domingo, 8 de diciembre de 2024

Afloramientos

F.G. Panorama desde el valle. Camino de La Mora. 2024.
En mi exposición luz y sombras aparecen las primicias de una línea de trabajo que puede acabar llamándose, en el caso de que cuaje y perdure, "afloramientos", en su sentido etimológico referido a los objetos diversos que asoman o brotan, afloran a la superficie, manifestándose a partir de un medio en el que permanecían ocultos, enterrados. 
F.G. Trama. Arnedo. 2024.
La palabra se usa mucho en geología y otras ciencias naturales, pero también en arqueología para referirse a los yacimientos, que surgen más o menos inesperadamente y en los que aparecen, como sembrados, objetos únicos de gran valor en muchos sentidos. De esta dimensión histórica es de donde yo la tomo, de su pervivencia en las excavaciones de campo y su conservación en los museos arqueológicos, esos centros poco conocidos donde se puede encontrar mucho de lo mejor y más hermoso (y, todavía, de lo más actual) que ha generado la especie humana.
F.G. Muda. Torre Gerardo. 2024.
La manera de presentarlos una vez acotados, su soporte material, lo aprendí en el Museo de Cádiz viendo unas tablillas romanas de madera desbastada en su interior, donde se vertía cera de abeja fundida que, una vez seca, permitía escribir sobre ella con la ayuda de un punzón, útil también para corregir o borrar lo escrito, unificando y puliendo la superficie para poder empezar de nuevo. 
F.G. Fuerte. Fuenterrabía. 2024.
Mis "afloramientos" son de origen diverso, más o menos pobres y con cierta belleza antigua que perdura a pesar de los baqueteos de la vida, y quizá se han revitalizado por su reciente baño en nutritiva cera virgen.
Las evocaciones de los títulos se refieren a lo sugerente de su resultado final, desde un paisaje a una trama urbana hipodámica, desde la camisa abandonada por una serpiente hasta un lirio de agua, desde una fortaleza aparentemente inexpugnable hasta las virutas de hierro generadas por la salada intemperie en un puerto mediterráneo.
F.G. Cáliz. Clavijo. 2024.

(Las puedes ver en la Casa de la Imagen, de Logroño, hasta el 20 de diciembre, dentro de mi exposición luz y sombras)

1 comentario:

  1. Pedro Luis López Abad9 de diciembre de 2024, 9:42

    La verdad es que son muy bonitas, y mola saber que parte de las obras es de mis abejitas.

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