Por una parte su profundo conocimiento de los materiales con los que trabaja (especialmente de la madera, seleccionada con paciencia y cariño entre muy diversas variedades, tales como encina, fresno, haya pasmada, cedro, sicomoro, ébano, pino, boj, acebo, tumores de almendro, roble, ciprés, acacia y olivo); también su delicado trabajo de años de metódico aprendizaje y generoso magisterio con otros artesanos vocacionales más jóvenes; y, además, una saludable tendencia a las metáforas como vehículo a través del que transmitir, mediante elocuentes símbolos, sus hondas convicciones políticas, sus temores ante el acelerado deterioro de la naturaleza y sus arraigadas aspiraciones de mejora colectiva y transformación social.
Cuenta Monta que ya desde niño se interesó por el trabajo de la madera guiado por su tío Rufo, con quien elaboraba juguetes rudimentarios que entretenían sus ocios y sus sueños. La atracción pervivió a lo largo de los años, aunque el apremio por ganarse la vida ocupó todo su tiempo de obrero del calzado y luchador sindical, quedando relegada la pasión por la madera a los escasos periodos de ocio que podía dedicar al aprendizaje y perfeccionamiento de nuevas técnicas de elaboración.
El torneado le ha interesado siempre, porque le permite dar a la madera formas diversas y atractivas con cierta rapidez y obtener mejores frutos que a través de cualquier otra técnica, y a su cultivo y perfeccionamiento ha dedicado estos últimos años de manera absorbente e inagotable, buscando complicidad y estímulo en "encuentros" con otros torneros españoles y extranjeros, entre los que es reconocido y valorado como uno de los grandes.En esa evolución personal ha desarrollado el conocimiento profundo del oficio y, simultáneamente, ha ido consiguiendo que esas técnicas y materiales le sirvan como vehículo idóneo para trasmitir sus inquietudes sociales y sus intuiciones plásticas y artísticas más íntimas.
Confiesa "Monta" su interés primordial por el mundo de la geometría, por la armonía y la proporción, estrategias de las que se vale para aspirar a la belleza, entendida como “el equilibrio entre contenido y forma”, en palabras de Henrik Ibsen que suele citar como guía y propósito de su trabajo.
Consecuentemente, más allá de la evidente preocupación estética o formal, los temas que trata en sus obras son el reflejo de sus preocupaciones y temores, de profunda raigambre ecologista. De ahí lo pertinente del título elegido para la exposición, “Escuchando a la Tierra”, que engloba y resume todos los asuntos en ella tratados (cambio climático, guerras lejanas y próximas, pandemias, explotación, maltrato, etc.). Como siempre ha hecho a lo largo de su vida, "Monta" afronta los problemas que le afectan con los medios de los que dispone, y renuncia a hacer la vista gorda o a mirar para otro lado.
Tinaja de manteca. Haya pasmada y ébano. |
Espiral de resistencia. Almendro. |
Cono de Apolonio. Ciprés tintado. |
Esfera sobre muelles. Madera de morera. |
Caja en tumor de almendro. |
En cualquier acto de creación hay dos aspectos fundamentales, ineludibles: siempre es necesario tener algo que decir (y "Monta" tiene mucho, y nunca se ha callado) y, a la vez, es imprescindible saber cómo decirlo, y a la vista está que "Monta" tiene la sensibilidad, los recursos técnicos, el conocimiento profundo de los materiales que elige y las ganas de hacerlo y de contarlo, aspirando siempre a que sus obras conmuevan y movilicen a las personas de su entorno en la búsqueda de soluciones colectivas y justas.
Es lo que siempre ha hecho, pero ahora con otra estrategia.
Antes en el tajo y la reivindicación, y ahora a través del arte y la belleza.
Prensas. Encina y fresno. |
Antes en el tajo y la reivindicación, y ahora a través del arte y la belleza.
👍👏👏👏👏💪💪
ResponderEliminarAúpa Monta!!!! 👍👍👍👍👍👏👏👏👏👏👏
ResponderEliminarPreciosa exposición
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