Tú duermes en la arena y yo te miro.
Después me duermo yo. Nada sucede.
Apenas un rumor imperceptible
de olas y de voces en la orilla.
Tú duermes. Yo te miro.
Me duermo. Te despiertas.
Sonríes y me tocas, nada más.
Las horas se deshacen muy despacio.
Como el viento salino que en la arena
dibuja lo que borra,
así mi voz cantando
la gloria intrascendente de este gesto."
No hay comentarios:
Publicar un comentario