miércoles, 12 de mayo de 2021

«Flanear», o la aventura imprevista del ojo que pasea sin rumbo

Germaine Krull.

"La calle de Tauntenzien y el Kurfürstendamm tienen la alta misión cultural de enseñar a los berlineses a «flanear», a menos que esta ocupación urbana caiga totalmente en desuso. Pero quizás no sea muy tarde. «Flanear» es una forma de lectura de la calle en la que las caras de las personas, los acristalamientos, los escaparates, las terrazas-café, los ferrocarriles, los automóviles y los árboles se convierten en letras con el mismo derecho, que juntas dan lugar a palabras, oraciones y páginas de un libro que es siempre nuevo.

Germaine Krull.
Para «flanear» adecuadamente, no se debe tener preconcebido ningún plan concreto. Y como en el tramo que va de la plaza Wittenberg al Halensee hay tantas posibilidades de hacer compras, de comer, de beber, de ir a ver teatro, películas o cabarets, se puede uno aventurar en el paseo sin una meta muy fija y buscar la aventura imprevista del ojo. 
Germaine Krull.
Dos grandes colaboradores son el cristal y la luz artificial, esta última especialmente en lucha con un resto de luz del día y el crepúsculo. Todo se hace más sencillo, surgen nuevas cercanías y lejanías, y la afortunada mezcla,"où l’indécis au précis se joint.""

Franz Hessel. Paseos por Berlín. (1929). Versión de Miguel Salmerón. Tecnos, 1997.
Germaine Krull.

2 comentarios:

  1. Aldo Rossi hablaba de la percepción distraída del flaneur.
    Preciosa aportación y muy bien ilustrada.
    Gracias

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  2. Como vaca sin cencerro, al hilo del aire cambiante que va soplando

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