Louise Bourgeois. Casa. 1994. |
"Desde siempre tuviste el deseo de la casa, tu
casa, envolviéndote para el ocio y la tarea en una atmósfera amiga.
Mas primero no supiste (porque eso lo aprenderías luego, a fuerza de
vivir entre extraños) que tras de tu deseo, mezclado con él, estaba
otro: el de un refugio con la amistad de las cosas. Afuera aguardaría
lo demás, pero adentro estarías tú y lo tuyo.
Louise Bourgeois. Casa. 1995. |
Un día, cuando ya habías comenzado
a rodar por el mundo, soñando tu casa, pero sin ella, un acontecer
inesperado te deparó al fin la ocasión de tenerla. Y la fuiste
levantando en torno de ti, sencilla, clara, propicia: la mesa, el
diván, los libros, la lámpara —atmósfera que llenaban con su
olor algunas flores de la temporada.
Louise Bourgeois. La casa curvada. 2010. |
Pero era demasiado ligera, y tu vida
demasiado azarosa, para durar mucho. Un día, otro día, desapareció
tan inesperada como vino. Y seguiste rodando por tantas tierras,
alguna que ni hubieras querido conocer. Cuántos proyectos de casa
has tenido después, casi realizados en otra ocasión para de nuevo
perderlos más tarde.
Louise Bourgeois. Casa. 1984. |
Sólo cuatro paredes, espacio
reducido como la cabina de un barco, pero tuyo y con lo tuyo, aun a
sabiendas de que su abrigo pudiera resultar transitorio; ligera,
silenciosa, sola, sin la presencia y el ruido ofensivos de esos
extraños con los que tantas veces ha sido tu castigo compartir la
vivienda y la vida; alta, con sus ventanas abiertas al cielo y a las
nubes, sobre las copas de unos árboles.
Louise Bourgeois. Casa curvada. 1990. |
Pero es un sueño al que ya por
imposible renuncias, aunque sea realidad de todos a la que no puedes
aspirar. Tu existir es demasiado pobre y cambiante —te dices,
escribiendo estas líneas de pie, porque ni una mesa tienes; tus
libros (los que has salvado) por cualquier rincón, igual que tus
papeles. Después de todo, el tiempo que te queda es poco, y quién
sabe si no vale más vivir así, desnudo de toda posesión, dispuesto
siempre para la partida."
Luis Cernuda. La casa. (Recogida en Ocnos. 1942)
Louise Bourgeois. Casa. 1984. |
OCNOS fue el "modelo" -salvando las distancias- para ME MUERDEN LOS RELOJES. (Sólo quise ponerlo al día y darle un poco de soltura y humor.)
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