viernes, 23 de septiembre de 2016

Las palabras armadas

Tristan Tzara y Paul Eluard. Hojilla volandera dadaísta ("papillon dada"). 1919.

"Nadie logra meterme tanto espanto como esos que gustan de decir con una espeluznante complacencia: `Es un proceso ab-so-lu-ta-men-te  i-rre-ver-si-ble´. Toda esa serie de palabras que empiezan por in y terminan por ble: irreversible, imprescriptible, inalienable, inamovible, inmarcesible, irrenunciable, inexorable, ineluctable, etcétera, ¡no sé qué especie de lívida oscuridad pretende convocar en derredor de todo el horizonte, sulfurando la atmósfera de tanta malevolencia y amenaza! No se diría, en verdad, sino que todas ellas quieren al fin decir una y la misma cosa, cual si hubiesen nacido de una única palabra, que se multiplicó en ejército para rodearnos y aterrorizarnos."

Rafael Sánchez Ferlosio. Imble, 1. (Recogido en Campo de retamas. Random House, 2015)

Alfred Jarry. Ubu Rey. 

1 comentario:

  1. La explotación (productiva) del vocabulario siempre ha ido ligada a todas las otras explotaciones, y suele tener (salvo accidente inesperado) los mismos beneficiarios.

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