miércoles, 10 de febrero de 2016

¿Quién teme al titiritero feroz?

Titiritero ambulante. (Colección del Teatre Malic)
No es la primera vez que desde el mundo de la cultura (cine, literatura, música, teatro, periodismo,…) se acusa –a partir de evidencias palmarias- a los aparatos del Estado de manipulación de pruebas, a veces con la complicidad de grandes popes de la comunicación y en ocasiones bajo la interesada dirección de algún presidente de gobierno que anda desde entonces “ladrando su rencor por las esquinas,” como tanto le gustaba decir.
Títeres napolitanos de Gaspare Nasuto. Foto de Sonia Somma.
Por eso sorprende tanto la desmesurada actuación de la Audiencia Nacional metiendo en la cárcel a dos titiriteros (los parientes pobres de entre los artistas), a los que, como mucho, se les podría criticar por su chabacano “realismo sucio.”
Malic y sus amigos. Toni Rumbau y La Fanfarra.
El maestro marionetista Toni Rumbau habla de esta antiquísima arte escénica como aquella que llega “a un máximo despojo de la forma, la que consigue la máxima síntesis y la mayor fuerza expresiva, y por todo ello logra la mayor capacidad de atracción.” Si le hacemos el caso que merece su autoridad, estaríamos ante los elementos distintivos de las mejores formas de expresión popular. Y ya puestos, añadimos de nuestra cosecha, de buena parte del arte contemporáneo y de cierto tipo de poesía.
Títeres italianos. (Colección del Teatre Malic)

Otra cosa es la inconveniencia de programar ciertos espectáculos en determinados circuitos y para según qué tipo de público (aunque en realidad acaben viéndolo ocho niños más pendientes de otras cosas, como demuestra el vídeo inculpatorio repetido hasta la saciedad por los medios de comunicación), pero eso requeriría otro tipo de sanción (administrativa y política), y no precisamente la cárcel.
Títere napolitano de Gaspare Nasuto. Foto de Sonia Somma.

La libertad de expresión está por encima y ha de estar al margen de la conveniencia y el cálculo político, también muy aficionado a la cachiporra, el brochazo y la simplificación.
Pulchinella de Gaspare Nasuto. Foto de Sonia Somma.

7 comentarios:

  1. Esto lo resolvía yo de dos estacazos.

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    1. Estoy pensando lo mismo desde que se empezó a hablar de la noticia. ¿O es que resolver las cosas a estacazos es educativo?
      ¡Toma, toma y toma! Paraví, paraví, paraví.
      Gracias por tu mirada sobre los acontecimientos que suenan. S.

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    2. Enseguida nos sale el ministrodelinterior que todos llevamos dentro.

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  2. La caverna no admite más maniqueísmo ni más violencia (verbal, simbólica o física) que la propia.
    Té, chocolate y café, té, té, té,...

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  3. Y ahora que han sido puestos en libertad, ¿alguien se hace responsable de los cinco días que han estado encarcelados los titiriteros? Menudo argumento para un retablillo.

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    1. Un recuerdo, querido Toni. Y, para los compañeros, otros dos.

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