miércoles, 2 de abril de 2014

Aves en el paraiso

Frans Snyders. Concierto de aves. 1629-30. Museo del Prado.
El Museo del Prado encargó al artista Miguel Ángel Blanco la organización de una exposición (Historias naturales) en la que el arte y la naturaleza convivieran armónicamente -al menos durante un tiempo- bajo su techo, siguiendo el viejo principio ilustrado que orientó los propósitos culturales de Carlos III.
A través de veintidós aportaciones seleccionadas de entre los ricos fondos del Museo Nacional de Ciencias Naturales, Blanco ha puesto en diálogo fructífero pinturas y objetos de lo más diverso para reforzar la evidencia de la fascinación que los mejores artistas han sentido siempre por la naturaleza, utilizada como fuente inagotable de referencias visuales y como inspiradora de lenguaje simbólico perdurable.
Al coro de miracomosuena le ha interesado especialmente, por su singularidad, una intervención sonora (levemente audible a los pies del cuadro y amplificada adecuadamente en el patio del ábside del Museo) basada en el canto de las dieciséis especies representadas en el Concierto de aves de Frans Snyders.


Banda sonora original del
Concierto de aves, de Frans Snyders.
Museo del Prado.

Los intérpretes invitados a tan selecto encuentro han sido el mochuelo europeo, la abubilla, varias golondrinas, el gorrión común, la bisbita campestre, el arrendajo, el ave del paraíso de Raggi, la amazona frentiazul, el camachuelo, el carbonero común, el ampeis europeo, el martín pescador, varios jilgueros, el picapinos, el pinzón vulgar y un verderón común. En algunos casos, como dice su apellido, comunes y hasta vulgares por lo frecuentes, pero siempre extraordinarios por su canto como si fueran únicos.

El cuadro de Snyders con la aportación de Miguel Ángel Blanco, que seleccionó una elegante ave del paraiso originaria de Indonesia, muda ante tanta belleza.


Aportamos también un fragmento del sonido grabado por nuestra escuadrilla en el patio del Museo. El lugar amable comparte los sonidos placenteros con el borbor extramuros, y tráfico, prisa y tumulto se acompasan y superponen a la variada melodía.


El concierto de aves en el ábside
del Museo del Prado. Marzo de 2014.

Para concluir, una recomendación: id más a esos remansos de paz, a estos "gabinetes de maravillas" con tan afinada compañía y alejaros -en la medida de lo posible- del mundanal ruido.











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