miércoles, 23 de abril de 2014

Las huellas del genio

Ellsworth Kelly en su estudio. Foto de James Tarmy. 2012.
Los artistas tienen fama de desordenados y sucios, lo que seguramente es inmerecido e injusto. En realidad son los promotores de un orden extraño, singular, a la altura de su talento creativo. 

Alberto Giacometti trabajando. París, 1960. Foto de Ernst Scheidegger.
De su arduo proceso de trabajo a menudo quedan huellas incontroladas: un rastro que tiene mucho que ver con la "marca de la casa".
Estudio de Alberto Giacometti en París. 1960. Foto de Ernst Scheidegger.

Algo bastante parecido a la señal indeleble que sus obras dejan en el interior de los espectadores.
Suelo del estudio de Jackson Pollock en Nueva York.
Quizá debamos considerar esos lugares de trabajo como otra más -si no la mayor- de sus grandes obras, con información suficiente para dar luz sobre toda su trayectoria. 
El suelo del estudio de Jackson Pollock en Long Island. 1998. Foto de Jeff Heatley.


Aquí comienzan las visitas de miracomosuena a las guaridas de los artistas. Permaneced en guardia.

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