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F.G. Limones sobre un plato del monasterio de Armenteira. 07.2025. |
"Ya no recuerda mucho aquel encuentro:
sólo el olor, el embriagante olor de los limones,
y el resplandor solar de sus cortezas.
El hombre dijo: nunca
El hombre dijo: nunca
te dejaré.
Y nunca volvió a verlo desde entonces.
Después ella se fue lejos del pueblo.
Ya no le queda mucho por vivir
Y nunca volvió a verlo desde entonces.
Después ella se fue lejos del pueblo.
Ya no le queda mucho por vivir
y siente sólo rápidos destellos
de amor, amistad, odio o compasión
hacia personas que ahora son espectros.
Pero el olor, el embriagante olor de los limones
Pero el olor, el embriagante olor de los limones
nunca la abandonó. Cierra los ojos
y encima de su rostro ve las frutas
y el resplandor solar de sus cortezas."
Ioana Gruia. Los limones. Recogido en El sol en la fruta. Ed. Renacimiento. Sevilla, 2011.
Gracias por compartir tanta belleza!
ResponderEliminarS.