Uno que dice que no gobierna porque no quiere resulta que no sabe lo que dice porque no le da para tanto. Por no saber no sabe que está en un turno de réplica ni cuál ha de ser el tono apropiado para dirigirse al interlocutor replicado, al que, al parecer, no identifica visualmente ni sabe qué ha de decirle, y hay que recordárselo y ponérselo todo por escrito y bien clarito.
La hoja de ruta. |
Lo peor que confirman las fotografías es la evidencia de la desconsideración y el abuso que supone el que un monaguillo venido a más le marque la pauta (y de forma tan confusa) al jefe de la banda.
Aunque, ¿quién manda aquí?
Una partitura ratonera.
ResponderEliminarTodo un cantamañanas.
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