(...)"La perspectiva desde la que me dirijo a vosotros es la de un artista que hace muchos años que no consigue deslindar los campos del arte y de la vida...; que no acierta a entender su dedicación como un ejercicio ajeno al de estar sobre la tierra...; que, incluso cuando le toca enseñar, no solo aprende (como es su inexcusable obligación), sino que está convencido de que esto es lo único que puede enseñar: un modo de aprender.
O, dicho de otra forma, mucho más basta si queréis: que piensa que vivir es el oficio.
Si vivir es el oficio, no cabe duda de que aprender es vivir, y de que saber solo es, como mucho, haber vivido.(...)
aprender, hoy por hoy, viene a ser, simplemente, no comulgar con ruedas de molino."(...)
Isidoro Valcárcel Medina. Espíritu de aprendiz y otros escritos. Pepitas de calabaza. Logroño, 2018.
Nunca es tarde, pero cada vez es más urgente ventilar el "espíritu del aprendiz". Y si por avivar esos vientos se despiertan tempestades, mejor que mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario