F.G. Encuentro en el camino de El Cortijo. 2014. |
—Ha visto ya las fotos —dijo Froissy orientando de nuevo su pantalla hacia él.
—Quiero verlos en movimiento, durante los interrogatorios.
—¿En qué momento de los interrogatorios?
—¿En qué momento de los interrogatorios?
—Cualquiera. Puede incluso quitar el sonido. Solo quiero ver sus expresiones.
Danglard se puso tenso. Desde siempre Adamsberg tenía la detestable tendencia de juzgar los rostros, separando en ellos el bien y el mal, cosa que Danglard le reprochaba con fuerza. Adamsberg lo sabía y notó cómo se crispaba su adjunto.
—Lo siento, Danglard —dijo sonriendo de esa manera tan irregular que seducía a los testigos reticentes o desarmaba a veces a sus oponentes—, pero esta vez soy yo quien tiene una cita en mi defensa. Encontré el libro abandonado en una silla, en Reikiavik.
F.G. Encuentro en el puerto de Benicarló. 06.2018. |
—Dígala a ver.
—Un segundo, que no me la sé de memoria —respondió buscando en sus bolsillos—. Aquí está: «La vida habitual hace el alma y el alma hace la fisionomía».
—Balzac —refunfuñó Danglard.
—Precisamente. Y a usted le gusta, comandante."
Rueda de reconocimiento de paseante.
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