Hasta cuando hablamos en plural mayestático nuestras palabras no van más allá de reflejos narcisistas sobre el agua, unas veces clara como espejo, a menudo turbia charca.
El eco de nuestra voluntad. De nuestra real gana.
Regio.
Todos, hasta los que no desayunan, tomamos egos revueltos varias veces al día.Gracias por tu blog, siempre tan luminoso. S.
Así tenemos el colesterol: por las nubes.Vuelva cuando quiera. Siempre hay algo para picar.
Eimén.
Hasta cuando hablamos en plural mayestático nuestras palabras no van más allá de reflejos narcisistas sobre el agua, unas veces clara como espejo, a menudo turbia charca.
ResponderEliminarEl eco de nuestra voluntad.
EliminarDe nuestra real gana.
Regio.
EliminarTodos, hasta los que no desayunan, tomamos egos revueltos varias veces al día.
ResponderEliminarGracias por tu blog, siempre tan luminoso. S.
Así tenemos el colesterol: por las nubes.
EliminarVuelva cuando quiera. Siempre hay algo para picar.
Eimén.
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