Tom Waits haciendo ruido, fotografiado por Scott Smith. 1974.
Hay gente que es buena en las entrevistas. Por ejemplo Tom Waits: siempre dice (y bien) cosas interesantes. Se gusta tanto en ese marco que a veces se "autoentrevista", y entre otros asuntos enjundiosos nos cuenta (y se cuenta: ¡qué buena práctica la de hacer listas!) cuáles son algunos de los sonidos que más le gustan: “Caballos y trenes aproximándose; los niños cuando salen de la escuela; los pianos de las cantinas en los westerns antiguos; una montaña rusa; las prensas de una imprenta; los coches norteamericanos de los 60; las estampidas de elefantes; el beicon friéndose; un mechero Zippo; las lechuzas; una caja registradora antigua”, para concluir que “La vida está llena de música.” Buen oído: cine, máquinas, naturaleza y vida cotidiana.
Diego González Ragel. Tren saliendo de la estación de Atocha. 1920.
Recientemente, Blank on Blank ha recuperado una entrevista de 1988 y ha hecho a partir de ella esta peliculita de dibujos llena de información esclarecedora (con comentarios sobre planos, arqueología zoológica, y, sobre todo, su forma de escribir, "disparando" como un fotógrafo):
En otra entrevista con Eduardo Lago para EPS, tras hablar de poetas, películas y coches, confesaba su
fascinación por el vinilo y los ruidos estáticos y las frituras de los viejos
soportes, a
veces más atractivos e inquietantes que la propia música grabada, detrás de la que intuye la presencia de un espectro,
de alguien que pide ayuda dentro del disco “y me entran ganas de
asomarme”. Eso
pasa con los objetos reales, aún en la época de la reproducción mecánica
masiva. Nada
que ver con los espíritus puros de la red, virtuales, etéreos,
volátiles,
especialmente desde que se aposentan en la nube.
Georg Grosz y John Heartfield. Life and Work in Universal City. 1919.
Y otra joya de la misma entrevista. A la
pregunta “¿Las palabras son música?”, responde: “Sin la menor duda. En tanto
que sonidos, no necesitan nada más. Antes de la palabra hay sonidos con los que
intento expresar sentimientos. Los sonidos tienen forma. En un sentido amplio,
la música es ruido organizado. Fue Thelonious Monk quien dijo que no hay notas falsas”.
Thelonious Monk y su Town Hall Band ensayando en un piso. 1959. Fotografía de W. Eugene Smith para su libro The Jazz Loft Project.
Da gusto escuchar en las respuestas de quienes saben las verdades que siempre hemos intuido.
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