miércoles, 13 de septiembre de 2023

Picodioro

El evangelista Juan iluminado por un águila. Sacristía de la catedral de Sigüenza. Foto de F.G.

Siempre presumió de expresarse con precisión y clarividencia, como si lo hiciera al dictado de un águila, pero el vuelo de su canto oscilaba invariablemente dentro de la escasa horquilla que separa los del grillo y la lombriz.
Cosimo Tura. San Juan Evangelista en Patmos. Circa 1470.
El mensaje resultante era, en consecuencia, chirriante, ratonero, monótono y previsible.
Estólido.

5 comentarios:

  1. Respuestas
    1. ¿Pedromanuel? ¿Felipe Guerra? ¿Rubiales? ¿Moreno Bendodo? ¿El archipámpano de Oviedo? ¿Arfonzo González? ¿El neoalcalde de mi pueblo?

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  2. El tal Cosimo o era muy malo o no era partidario. O ambas cosas.

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    1. No creo que el sosias del buen Juan sacase mucho beneficio de esa lectura, entre el politraumatismo de la caída, la papa evidente y la somnolencia consiguiente. Menos mal que un cuervo le pasa las hojas.

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