F.G. Planta rodadora en el camino hacia el meandro de El Cortijo. 29.01.2021. |
(...) «Mi abuelo siempre se ríe de que no entienda la lógica por la cual se rige la realidad que hay más allá de la urbe. De que descubra, de hecho, que hay realidad más allá de la urbe. Una tarde que hacía mucho aire pasó una planta rodadora por su calle y la vi por la ventana y la llamé así, «planta rodadora», y él se pasó todo el día riéndose y acordándose y diciéndome que eso se llamaba «malvecino» y murmurando «me cago en Dios, planta rodadora, dice»,
y cogiéndome del brazo y zarandeándome un poco y después dándome un beso y sentenciando que en las ciudades no sabíamos de na, que por no saber no sabíamos ni calentar agua pa afeitar al rorro.
Cuando volvemos al coche, después de explicarme que le ha puesto una boca de botella al arriate para que el agua vaya cayendo poco a poco y que los almendros florecen entre enero y marzo, me dice que cuando él falte —aunque siempre avisa de que él no se va a morir nunca y cuando lo dice siempre pienso en que ojalá sea verdad, ojalá no se muera nunca; los abuelos no deberían morirse nunca—; cuando él falte, me dice, y yo pase por allí con alguien, podré señalarlo y decirle «mira, ese árbol lo plantó mi abuelo, así que pa mí es la sombra». (...)
Ana Iris Simón. Feria. Ed. Círculo de tiza, 2020.
F.G. Almendro en flor camino del puente de Mantible. El Cortijo. 01.2021. |
En algunas partes se las llama barrillas.
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