Arsenio Rodríguez. Mami me gustó.
"Férreamente politizada en la esfera cultural y social, la difusión de la actividad artística del continente y del mundo se vio tamizada durante esos años por intereses políticos más evidentes y exigentes, y sucedió que precisamente en la tierra que había dado origen al son, al danzón, a la rumba, al mambo y al chachachá, donde habían nacido tantos músicos que ni siquiera vale la pena ahora mencionarlos (¿una muestra?: Benny Moré, Arsenio Rodríguez, Ignacio Piñeiro, Miguel Matamoros, Dámaso Pérez Prado, Chano Pozo, Celia Cruz, Mario Bauzá, Orestes y Cachao López, Miguelito Valdés... y no sigo, no acabaría nunca),
Éxitos de la vieja radio cubana.
se llenó de sonidos de quenas y tamboritos andinos en un intento oficializante de "latinoamericanizarnos"a marchas forzadas, mientras que en los cines se programaban hasta el cansancio películas soviéticas, rumanas y polacas, y a las librerías llegaban autores búlgaros y de otras geografías del realismo socialista de cuyos nombres no consigo siquiera acordarme. (...) Finalmente, todo el castillo de displicencia y desinformación se vino abajo (...) y empezamos a sospechar -todos: músicos, melómanos, o simples degustadores de música, como yo- que habíamos estado demasiado tiempo fuera de un potaje demasiado importante, un potaje que, por cierto, nos concernía más que el sonido de las quenas, los tamboritos andinos y las películas terminadas con la palabra koniec."
Miguelito Cuní y Félix Chapotín. Cucarachón.
Resulta que el chiste aquel sobre el comité central del partido comunista cubano en el que se sometió a votación la abolición de la rumbita se basaba en un hecho real. En una misión imposible.
En una manía.
Barbara Kruger. Tus manías se convierten en ciencia. 1981. |
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