Luis Escobar. Vendedores ambulantes de cuchillos y navajas en la antigua estación de Albacete. 1923. |
Mientras tanto, el melifluo heredero, tan a gusto. Parece que no ha prestado atención a otro popular verso de la misma canción con evidentes resonancias evangélicas: "Pedro Navaja, matón de esquina, quien a hierro mata, a hierro termina..."
El caso es que, en ciertos ambientes, "si naciste pa´ martillo, del cielo te caen los clavos."
Luis Escobar. Fábrica de cuchillos y navajas. Albacete, 1923. |
Ahora se podrá quitar esa barba de mentirijillas. Algo bueno va a sacar de la tribulación. Seguro que Feijoo le afeitaría en seco gratis.
ResponderEliminarBonito retrato colectivo del Comité Central. Ya me gustaría.
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