A pesar de que la materia de la que trataba se refería a asuntos esencialmente inefables, el hiperproductivo cureitor parloteó durante varias horas sobre su exposición mezclando con gracejo -gustándose y muy venido arriba- la críptica jerga académica, los chascarrillos patibularios y las obviedades.
Hablar por hablar.
ResponderEliminarMuy placeado y bien remunerao
ResponderEliminarObvio.
ResponderEliminarEse es el terreno de juego.
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