viernes, 6 de noviembre de 2020

Aprovechando el tiempo y disfrutando de la vida: Ángel Guache por partida doble

Si no quieres Guache toma dos tazas, y bien colmadas. En este tiempo que vivimos, esencialmente inerme y paralizado, acaban de publicarse dos vigorosos discos con el mismo protagonista en dos encomiables iniciativas independientes, al margen del dinero (público o privado).
Ángel Guache. Santo varón.

Con todo merecimiento (¿a quién mejor?, ¿para quién, si no?) el poeta Ángel Guache ha sido reconocido y adecuadamente premiado con un disco de homenaje lleno de duetos y de versiones alternativas puestas en pie por una multitudinaria “banda de tributo” ad hoc dirigida por Adán Latonda, que ha compuesto las músicas para versos de tres de sus libros, (“Sonetotes y ripiosidades”, “Tangas y tangos … y otros mangos” y “Cantos para ballet bufo”) en otros registros diferentes al habitual rock destrozón y punkarra por donde suele gozarla feliz el esforzado maestro. 

Abundan en el disco los tangos, y hay pop lánguido, rocanroles clásicos, habaneras, marchas cívicas, villancicos joteros, milongas, aires country, jazz cabaretero y honky-tonk,… todo en un tono de festera parodia (a la altura del título, “En los labios la ironía”) y con el afán evidente de celebración y disfrute colectivo (“música de garito”, lo subtitulan bien).
Porque el disco es una fiesta, y la alegría desborda por doquier (con Guache feliz y seguramente encantado de poder escurrir el bulto canoro en favor de los músicos y cantantes convocados) en esta diversión cómplice, con mucho teatro contracultural en las entrañas y que pide a gritos un mecenas que lo lleve a las tablas como un, digamos, nuevo Castañuela, en edición 2020, por las ferias de la España profunda. O una serie con tres o cuatro temporadas de microespacios televisivos en alguna plataforma despierta. Seguro que los promotores le sacarían chispas, y el público disfrutaría de lo lindo frente a tal desparrame y descojonación. A ver si cuela.

Por otra parte, aparece una nueva entrega de Guache & Marcelo Pull, dos mortíferos killers de gatillo fácil y verso directo, que, con “Ojo de Huracán (30 sonetotes)” consiguen, en mi opinión, lo mejor de su ya dilatada cosecha colaborativa. Treinta disparos (y un tiro de gracia en forma de Poética) que ponen las cosas en su sitio: reina el endecasílabo, su abanderado es Quevedo, y las frondosas ramas del blues de Memphis, con todas sus adherencias, construyen un bosque de sonido machacón, postindustrial, preciso como un metrónomo (un metrónomo híbrido de martillo pilón y rodamientos oxidados), un sonido extremoso, radical, con la misma decisión, con la misma rabia, que el más actual hip-hop (aunque el ritmo interno de los sonetos de Guache limite las posibilidades de adaptación a esa otra cultura sonora más libre, más flexible). Sobre esa base, a partir de esas raíces, cohabitan los tangos y el country & western, la polka, la rumba, el rockabilly, el heavy metal, el techno, marchas de combate, productos del granero de Tom Waits (sin necesidad de bocina y distorsión), y hasta un vals. Y, sobre todo, una regla única: lo mucho que hay que decir se cuenta en minuto y medio rapidito, a toda ostia, y ya está.
¿Y qué dice Ángel Guache? Tanto como siempre y más desinhibido que nunca. En sus palabras, nos da “una ración de traca”: “rechazo los laureles, la patraña…, le doy al esperpento la carraca, me armo por si acaso con la estaca y zumbo con la coña y con la caña”, “contra el muermo yo lucho cada día con sornora y demente bizarría.” Y a fe que lo consigue, “torciendo y retorciendo la palabra”, “sin caer en rutina ni artimaña”. Himnos de batalla, cantos a la vida (alegre), odas a la beatitud y la santidad, espacios para el recuerdo y la melancolía, confesiones arrebatadas, aspiraciones y proezas eróticofestivas y bucólicopastoriles, y goliardismo en general. Todo un programa. 
Guache y Pull.

Y todo musicado y producido por Marcelo Pull en estado de gracia, con la actitud obcecada, intensa y cómplice que la ocasión requería. El “acicate y la dinamo” precisa. Francamente bien.
Así que ya sabes: escucha a Guache y desconfina tu cuerpo represivo. Date el gusto. Te sentará muy bien.
¡Arriba!


Guache & Latonda. "En los labios la ironía." Fonofox.
Guache & Marcelo Pull. "Ojo de huracán". Gasoil Studio.

3 comentarios:

  1. Míster Gestal, no se puede explicar mejor lo que contienen esos dos discos. Qué gran talento tienes!

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  2. Si, que grandes talentos!
    Y...la palabra "sornora"es suya o tuya?

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    Respuestas
    1. Una preciosa creación de Guache. Una ruidosa burla, aproximadamente.
      Por cierto: llama la atención lo malaje que se pone la RAE para definir "Sorna".

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