miércoles, 20 de noviembre de 2024

Nubosidad variable

F.G. Nubosidad variable. (Esto no es una nube). 08.2024.
Las ventanas se abren recurrentemente en mi trabajo, unas veces como marco que acota y recorta un fragmento de la realidad exterior, más o menos recreada, y otras como límite de un espacio de intimidad doméstica.
F.G. Ventana de la sierra. 2020.

F.G. Los dioses lares. 2020.
Tanto o más frecuentes son las nubes, sujeto inagotable muy adecuado para afilar el instinto observador y practicar la pareidolia, ese fenómeno psicológico por el que, a partir de un estímulo vago y aleatorio (casi siempre una imagen) se acaba percibiendo una forma reconocible, acorde con nuestro acendrado sesgo perceptivo, con nuestra conveniencia. Igual, igual que lo que suele pasar con los bulos y las mentiras. 
F.G. Hoja del Cuaderno de luz y sombras. 2024.
Esta ventana abierta a la vida es el marco de un hermoso registro de alcantarilla, y dentro de él se fija, atornillado al muro, el rizado deambular aéreo de una tira de soldadura entre dos chapas de bidón, retal sobrante de un trabajo que hicimos Roberto Pajares "Pájaro" y yo (bajo el alias de Chapa y Pintura) para exponer a finales de 2023 dentro del tesoro escultórico del yacimiento íbero de Cerrillo Blanco, en el Museo Provincial de Jaén.
 Brazalete perteneciente a los "tesoros" de Arrabalde. Siglo I a.C. Museo de Zamora. Foto de F.G.
Mi referencia visual (lejana, eso sí) era un deslumbrante brazalete romano atesorado en el Museo de Zamora, y el proceso de elaboración (torsión, quemado, preparación del anclaje, etc.) fue tan entretenido como siempre.
René Magritte. La traición de las imágenes. 1928.
En cuanto al subtítulo, riza el rizo del juego de pipas de Magritte sobre la relación-contraste de imágenes y palabras, porque aquí, por no haber, no hay ni nube representada, ni la palabra que la enuncia, ni representación de la tal nube.
F.G. Nubosidad variable. (Esto no es una nube). 08.2024.

(Lo puedes ver en la Casa de la Imagen, de Logroño, hasta el 20 de diciembre, dentro de mi exposición luz y sombras)

martes, 19 de noviembre de 2024

El glaciar de la sierra Tronzadora

F.G. El glaciar de la sierra Tronzadora, antes de su limpieza. 09.2024.
Quienes hemos nacido en el fondo de un valle (aunque sea tan amplio y abierto como el del rio Ebro) tenemos la sensación de haber estado siempre rodeados por una crestería serrana, más o menos agreste, más o menos cerrada, más o menos compacta, pero que siempre delimitaba un territorio separándolo de lo demás, de la terra incognita, ese amplio resto del mundo por descubrir. 
F.G. Las nieves perpetuas. 2019.

F.G. En las montañas. Trevijano. 2021.

F.G. La cordillera. 2020.
F.G. Cordillera portátil. 2023.
He "recreado", entre otros muchos panoramas, unas cuantas "sierras" de distintas características, así que cuando cayó en mis manos una sierra tronzadora de uso forestal me puse a las órdenes de tan extraordinaria herramienta, tan flexible, inmediatamente recuperable, tan duradera, tan eficaz, tan bien "dibujada", tan evocadora. Ya no se hacen las cosas así, lamentablemente. 
F.G. Dibujo de toma de contacto.
Primero pensé en una cordillera (mientras iba a ser una obra de pared) y acabó siendo (cuando opté por el suelo) la sierra de un glaciar alpino, un circo con su morrena frontal y todo. La idea circular la enfaticé con una embocadura estabilizada con un arco de medio punto obtenido de un trozo de arado encontrado, y el diámetro que tensa y estabiliza el círculo es, según mi amigo Monta, mi experto maderero de cabecera, "un fresno plantón joven, comprimido por una hiedra enroscada que generó esas deformaciones, lo que suele ser bastante común en el bosque profundo y virgen".
F.G. Dibujo de aterrizaje.
La cera que le apliqué limpió la suciedad superficial del precioso objeto, dándole una apariencia de piel curtida, con la rica textura que siempre aporta el uso de las cosas.
F.G. El glaciar de la sierra Tronzadora. 09.2024.

Mientras la preparaba me acordaba frecuentemente de un poema de 
Jorge Reichmann titulado Ecocidio:

“Los últimos glaciares
del Pirineo se funden

¿Por qué tan pocos saben hoy
leer en ese hielo las señales
de las tiranías que vendrán?"

La advertencia se ha convertido en amenaza. En realidad.

F.G. El glaciar de la sierra Tronzadora. 09.2024.

(Lo puedes ver en la Casa de la Imagen, de Logroño, hasta el 20 de diciembre, dentro de mi exposición luz y sombras)

lunes, 18 de noviembre de 2024

Cine Sugimoto

F.G. Cine Sugimoto. 08.2024.
Cine Sugimoto es, sobre todo, un sincero homenaje, tan humilde como libre de pompa o retórica, al fotógrafo Hiroshi Sugimoto, que, entre otras magníficas series, dedicó una especialmente hermosa a retratar (con la precisión de un cirujano y sirviéndose siempre de una implacable visión frontal con iluminación muy contrastada, perfectamente equilibrada, inquietantemente fría, misteriosa y perturbadora) una amplia relación de espacios de representación dramática vacíos.
Hiroshi Sugimoto. Imagen de un cine de Nueva York.1978.
Lo que en los teatros grecolatinos fue la escena, “el lugar donde pasan las cosas”, con el tiempo fue evolucionando hasta llegar a ser, más o menos ornamentados, los escenarios teatrales “a la italiana” y, poco después, las blancas pantallas de proyección cinematográfica. 
Hiroshi Sugimoto. Teatro U. A. Walker, en Nueva York,.1978.
Mi "cine" surgió al encontrar una pieza de hierro que formó parte de un antiguo horno, en la que adiviné enseguida su proscenio, su bambalinón y su embocadura. Solo faltaba la blanca pantalla. Mi querido Pájaro localizó en su herrería de Lomos de Orios la tapa de un viejo electrodoméstico, y cortó y pegamos un fragmento tan atractivo como la más magnética pantalla. Una discreta ventana para conocer las luces y las sombras del mundo.
F.G. Cine Sugimoto. 08.2024.
Si te fijas bien, hay alguna señal de fuego en los límites del corte y una línea horizontal de humedad terrosa irrecuperable para la cera. Son testigos fidedignos de que, como en los mejores cines y teatros, las llamas y el agua fueron alguna vez protagonistas de la función.
F.G. El Cine Sugimoto en construcción. Lomos de Orios. 08.2024.
(Lo puedes ver en la Casa de la Imagen, de Logroño, hasta el 20 de diciembre, dentro de mi exposición luz y sombras)