lunes, 1 de septiembre de 2025

Un portátil a la altura de los ojos y a pie de calle

F.G. Portátil en Castroviejo Librero. 09.2025.
En la recta final de este verano atroz, calamitoso por tantos motivos para la naturaleza y para el género humano y la civilización, vuelvo a ocupar la vitrina/escaparate de acceso a Castroviejo Librero, en la calle de los Portales, en Logroño, con una obra de mi creación titulada Portátil, número cincuenta de la serie que, bajo el título a la altura de los ojos y a pie de calle (tan descriptivo, tan transparente) empecé en la ya lejana primavera de 2020, justo antes de la declaración del estado de alarma provocado por la Covid-19. No hay como echar la vista atrás para comprobar que cualquier tiempo ha tenido lo suyo y que, afortunadamente, nuestra mala memoria a veces nos sirve como saludable mecanismo de defensa para hacer llevadera la carga y seguir adelante recordando lo justo. El desafío lo merece.
Ya conté un pequeño cuento negro acerca de Portátil (ensamblaje del troco de un ciprés y una estilosa manilla/tirador de aire modernista) cuando la presenté en la Casa de la Imagen, de Logroño, dentro de mi exposición luz y sombras:
F.G. Cuaderno de luz y sombras. 2024.
"Llevar consigo a cualquier parte su propio tronco de ciprés le daba mucha tranquilidad, por peliaguda que fuera la situación.
Era como tener pagado el recibo mensual del seguro con la compañía de pompas fúnebres que triunfaba en su pueblo.
Bien agarrado a aquel viático sentía que, aunque las cosas se pusieran mal, tendría garantizado el recorrido hasta el descanso eterno."
F.G. Portátil. Ensamblaje de objetos encontrados. 2024.
Portátil, a pesar de su sencillez o precisamente por ella, es versátil y se puede disfrutar en horizontal, como un maletín de doctor decimonónico, un "fin de semana" o el hatillo de un explorador, o vertical, indicando la puerta de acceso al bosque frondoso de nuestros recuerdos y deseos, felizmente salvado de la quema.

Acompaño a Portátil, como es habitual en esta serie de microexposiciones, con tres hermosos libros, llenos de sabiduría y belleza: La tribu de los árboles, (Galaxia Gutemberg), una novela escrita como fábula desde la perspectiva de las plantas por el botánico Stefano Mancuso, en la que se nos recuerda que el irrelevante peso específico de los hombres dentro del planeta es del 0,3 %, aunque nuestra capacidad de destrucción sea descomunal e irreversible; El último apaga la luz, (Lumen), amplia selección de la obra "antipoética" de Nicanor Parra, en la que Matías Rivas sintetiza lo esencial de quien Roberto Bolaño consideró "el mejor poeta en lengua castellana"; y Japan Style, el libro que Gian Carlo Calza preparó para la editorial Phaidon sobre la cultura visual y material japonesa, que analiza conceptos tan importantes en ese inagotable mundo como indefinición, vacío, lo efímero, lo que se sale de lo ordinario, la sombra, el sentimiento de la naturaleza, los colores en la oscuridad, lo irregular, la armonía, lo íntimo, la levedad,...
En fin, que estímulos para seguir adelante y cultivar la curiosidad y el amor (propio y a los demás) no nos han de faltar.
Ánimo, y que no decaiga.
¡Arriba los corazones!

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