miércoles, 8 de mayo de 2024

Oído al vuelo

F.G. Templo Ryaonji. 04.2024.

“Tenemos demasiadas cosas”, decía en voz baja mientras, caminando por el perímetro del templo despojado, pensaba en que muy pronto todo les sobraría.

F.G. Templo Ryaonji. 04.2024.

martes, 7 de mayo de 2024

Las cancioncillas de los ruiseñores

William Eggleston. Sin título. De la serie ‘Los Álamos’, c.1965-1968.

(...) “Ahora hay golondrinas lanzándose en picado alrededor de la casa. Creo que están cazando insectos. Hay al menos tres o cuatro. Tal vez hasta seis. Son de un color entre óxido y azul. Son muy rápidas. Son como pequeños aviones a reacción. Vuelan en círculos y descienden en picado. Es imposible ver los insectos a los que persiguen. Podrían ser imaginarios, pero no lo son.
De hecho hay montones, el aire está lleno de insectos, pero nosotros no los vemos. El día es caluroso y claro, y hay una ligera brisa. De vez en cuando aparece algún ruiseñor que desciende, aterriza y canta su cancioncilla. Una cancioncilla que imita. Un cancioncilla que ha aprendido en algún lado. Hay pajarillos extraordinarios. Solía levantarme con el canto de los ruiseñores. Solía acostarme con el canto de los ruiseñores. Cantaban canciones que se habían inventado. Por las noches desde los postes de la luz. Un pajarillo caprichoso. A cualquier hora del día. Desprenden cierta melancolía. Para mí desprenden cierta melancolía, pero no es triste, sino simplemente típica. Un pájaro típico de un lugar, eso es todo. Un lugar en el tiempo.” (...)

Sam Shepard. Espía de la primera persona. 
Traducción de Mauricio Bach. Anagrama. 2024.
William Eggleston. Sin título. c. 1970-73.

lunes, 6 de mayo de 2024

Gozos y sombras

F.G. Hojarasca (¿quizás un nido?) en un alero del 21_21 DESIGN SIGHT, de Tadao Ando, en Tokio. 04.2024.

"Hierbas de estío:
rastros de sueños
de guerreros de antaño."

Matsuo Bashô. Recogido y traducido por Seiko Ota en "El secreto del haiku. Dejar hablar a las cosas". Hiperión, 2024.

viernes, 3 de mayo de 2024

La ocasión

F.G. Se acabó. Decollage espontáneo tras campaña electoral. Logroño. 05.2024.

Los momentos y las oportunidades se pasan. Como el arroz.

jueves, 2 de mayo de 2024

Las piedras pasaderas

F.G. Jardín Kenroku. Kanazawa. 04.2024.
"Pisando el césped,
hay pasaderas viejas
tan solamente."


KhioshiRecogido en Jaikus inmortales. Versión y selección de Antonio Cabezas. Hiperión, 1983-99.
F.G. Paso hacia la casa del té en el Museo Suzuki. Kanazawa. 04.2024. 



miércoles, 1 de mayo de 2024

Primero de mayo

F.G. Teruel. 02.2024.

F.G. Muralla de Teruel. 02.2024.

martes, 30 de abril de 2024

Callejeando

F.G. Omotesando. Tokio. 04.2024.

F.G. Ginza. Tokio. 04.2024.

F.G. Omotesando. Tokio. 04.2024.

F.G. Guinza. Tokio. 04.2024.

F.G. Guinza. Tokio. 04.2024.

lunes, 29 de abril de 2024

La resurrección de cada día

F.G. Sobre el mar de Kagawa. 04.2024.

"Entre las cosas que creamos para que les sirvieran de consuelo, el amanecer da buen resultado. Cuando la oscuridad se desmenuza en el aire como terso y blando hollín y la luz se extiende despacio por el Este todo el género humano, menos sus miembros más desdichados, vuelve a vivir. Los inmortales solemos disfrutar del espectáculo, esa diaria resurrección menor, reunidos en los parapetos de las nubes con la mirada puesta en ellos, nuestras queridas criaturas, mientras se remueven para recibir al nuevo día. Qué mutismo cae entonces sobre nosotros, el triste silencio de nuestra envidia.
F.G. Sobre el mar de Kagawa. 04.2024.
Muchos siguen durmiendo, desde luego, indiferentes al encantador artificio matutino de nuestra prima Aurora, pero siempre están los insomnes, los inquietos enfermos, los perdidamente enamorados dando vueltas en su cama solitaria, o simplemente los madrugadores, los ajetreados, con sus flexiones de piernas y sus duchas frías y sus maniáticas tacitas de negra ambrosía. Sí, todos los que presencian el alba la saludan con alegría, más o menos, salvo los condenados, por supuesto, para quienes la primera luz será la última sobre la tierra."(...)

John Banville
. Los infinitos. Anagrama, 2010.
F.G. Sobre el mar de Kagawa. 04,2024

viernes, 26 de abril de 2024

Final de partida

F.G. De Takamatsu rumbo a Naoshima. 04.2024.
"Me voy cual ave,
y soy como la luna
del agua amigo." 

Masajide(Poema final) Recogido en Jaikus inmortales. Versión y selección de Antonio Cabezas. Hiperión, 1983-99.

jueves, 25 de abril de 2024

Faro

F.G. Faro, en Castroviejo Librero. Logroño. 04.2024.

El ensamblaje es sencillo, limpio, equilibrado, frio, pulido, y tiene algunas de las características propias de una maqueta, de un prototipo para no se sabe qué, salido más probablemente de un laboratorio que de un taller abierto a las musas. 

F.G. Faro. Ensamblaje de objetos encontrados. 2023-24.
En un prisma de madera que proviene del tronco de un cerezo, injerta una pieza de metal parecido al aluminio que formó parte en otra vida anterior, como "disipador de calor", del circuito de aire acondicionado de un automóvil.
F.G. Faro. Ensamblaje de objetos encontrados. 2023-24.
Recuerda, a ratos y según se mire, a un garrote tomahawk, a un rascador de pieles paleolítico, a un martillo para quebrar caparazones de marisco, a un sobrio edificio racionalista, a un labrix demediado, a un cepillo para pelo escaso y duro, o a un instrumento musical de espectro corto y escasas posibilidades melódicas, tan minimalista en su sonido como en sus formas.
F.G. Faro. Ensamblaje de objetos encontrados. 2023-24.
Pero en realidad es un Faro, un poliedro que se eleva, firme y luminoso, al borde de los tenebrosos abismos, auxiliando al viajero a la hora de afrontar los cambiantes riesgos que se multiplican en cuanto uno sale de casa.

Este Faro iluminará durante un mes aproximadamente el escaparate de Castroviejo Librero, en la calle de los Portales, de Logroño, como entrega número cuarenta y cinco de mi exposición a la altura de los ojos y a pie de calle. Aunque, para dar luz, nada como los libros que lo acompañan: una monografía de Flammarion sobre el arte, el diseño, la arquitectura, la fotografía, la literatura, el cine y la moda en el "Paris Moderne:1914-1945" que fue la atractiva capital del mundo del arte y la cultura, un libro extraordinario que entre otros muchos méritos tiene una portada con una tipografía diseñada por el portentoso cartelista Casandre en 1929, la "Bifur", que omite los trazos no esenciales de cada letra sustituyéndolos por un sombreado que recuerda a la melena de luz al viento de mi Faro, como un feliz caso de inesperada resonancia tipográfica; el catálogo de una exposición inolvidable del MNCARS en 2011, "Locus Solus. Impresiones de Raymond Roussel", sobre las intuiciones artísticas de tan raro creador literario y sobre las pasmosas realidades de su selecto círculo de influyentes amistades y fervorosos seguidores (Duchamp, Man Ray, Picabia, Apollinaire y la legión de dadaístas y surrealistas); y el libro de La Fábrica que recoge las series completas de la fotógrafa Paula Anta, ganadora de la XI edición del Premio Internacional de Fotografía Contemporánea Pilar Citoler. 

F.G. Faro y compañía, en Castroviejo Librero. Logroño. 04.2024.
En el interior hay mucho más, y lo que no esté os lo buscarán Jesús y Pablo, siempre dispuestos a dar luz y conversación. Y hospitalidad. Una bendición.

miércoles, 24 de abril de 2024

Entrega

F,G. Arashyama. Kioto. 04.2024.

"Obedecemos.
Mudas hablan las flores
al fondo del oído."

Onitsura. Recogido en Jaikus inmortales. Versión y selección de Antonio Cabezas. Hiperión, 1983-99.
F.G. Kobe. 04.2024.

martes, 23 de abril de 2024

Apología de la palabra

Vicente Echerri, acompañado de Paulino Lorenzo, en la antigua Estación de Autobuses de Logroño.
15.04.2024. Foto de Justo Rodríguez (Diario La Rioja).

Como emocionado prólogo de las XXVI jornadas de poesía en español, el poeta Vicente Echerri regaló la semana pasada a la abundante audiencia logroñesa la lectura de este luminoso elogio del idioma castellano. Dándole el aire y la difusión  imprevisibles de estas páginas nos sumamos, felices y agradecidos, a tan hermosa Apología de la palabra.

 )))))O(((((


“¡Oh!, lengua de los cantares,
¡Oh!, lengua del romancero,
Te habló Teresa la mística,
Te habla el hombre que yo quiero.”

 

         "Así de ingenua, con voz de madre e hija a un tiempo, canta la poeta Juana de Ibarbourou a la lengua castellana. Cántale con el acento entrañable de quien la reconoce como algo más que un instrumento de trabajo: ¡la única realidad que le es concedida, la sola puerta por la que se asoma y se aproxima al mundo!

F.G. Palabra. Collage de objetos encontrados. 2023.

          Esto último podría decirse, por supuesto, de cualquier otro idioma. Y es que el poeta vive en la íntima realidad que el idioma configura, esto es, en la palabra. Según se adentra en el ámbito de la palabra, en sus dominios, se va haciendo su prisionero. Cuando llegue a ser dueño absoluto de su expresión, su vida habrá quedado fuera de las posibilidades ordinarias.

          No se entienda por esto que el poeta vive ajeno a lo que ocurre fuera de su encierro, al acontecer del mundo; antes bien, esté singularmente dotado para percibir esta ocurrencia: el permanente flujo de la vida que, al parecer, se niega a alcanzarlo y al que trata inútilmente de poseer. Podrá ver así «la carne que tienta con sus frescos racimos», para decir con Darío, y querrá hacerla suya con una sed de vivir que el común de los hombres no suele tener, y así también querrá hacer suya una puesta de sol, o el cántico de un ave, o, qué decir, una tristeza; y mejor que otros podrá apreciar las diversas manifestaciones de su propia sensualidad; ¡pero solamente le será dada la palabra!

          He aquí su angustia, la angustia del creador que siente la plenitud del mundo, vivo, deslumbrante, rumoroso, y sólo puede poseerlo de veras en la tranquilidad, sórdida algunas veces, de su estudio, de su santuario. El mar no es más el mar; ni el aire, el aire; ni el cuerpo amado que se encamina a envejecer y al que se aferra es cuerpo de verdad; todo es palabra, Palabra de Dios que en el principio levantó los cimientos del mundo de la nada y que ahora re-crea ese mundo, magnificado e inasible a la vez.

F.G. Punto y seguido. Collage de objetos encontrados. 2023.

           Sufre el poeta, pues, de un aislamiento básico y, paradójicamente, nadie está en más estrecha comunión con el universo que él. Él gusta sus secretas savias, sus resinas, los licores de su fecundidad; la tierra es suya, sabe cuál es el sabor de los metales, el tacto último de la hierba, almacena en su memoria el olor de los puertos, de los templos y de los lupanares, tiene un secreto archivo de crepúsculos. Conoce la quintaesencia del amor y tiene acceso a los misterios de la sabiduría; pero, a la vez, es un esclavo, un eunuco quizá, que se conforma con alinear palabras.

          Bueno que esto se sepa: de tanto vivir, o querer vivir o sentir fuertemente la vida, el poeta queda distanciado de lo que de ordinario tiene ésta. De tanto amarla, se queda solo con ella, con su esencia, cuando su manifestación más aparente se ha desvanecido.

          Por eso nunca está de más resaltar la distancia entre el arte y la vida. El acontecimiento más capital de nuestra existencia, la pasión más dolorosa, la visión más sobrecogedora, está con el artista totalmente, pero de otra manera. En el arte no podrá encontrarse, de esta suerte, la verdad simple, por no decir ramplona, sino la verdad última, alcanzada y lograda más allá de la mera impresión de los sentidos.

          En la tensión que impone esa distancia, cada vez mayor, según madura el artista, se produce la creación verdadera, y cada artista tendrá que asumirla con su peculiar vehículo expresivo, siempre mezquino. El escritor se las tendrá que ver a solas con la palabra; el poeta, que es decir un escritor muy exigente y especial, con la palabra pura. Al poeta sólo le queda la palabra, es su único bien; por consiguiente tiene que asirse a ella como un desesperado, como un náufrago. Si la palabra le faltara, el mundo dejaría de tener sentido y resonancia, se volvería un inmenso retablo de sombras chinescas.

F.G. Inmersión. Collage de objetos encontrados. 2023.

          De aquí que el poeta esté irremediablemente unido al idioma, a un idioma, ese en cuya alma late la suya propia, ese con el que nombra, como en el alba de la creación, el mundo, es decir, la criatura. Pero esa unión del poeta con su idioma, esta identificación, que de no existir hace impensable la poesía, no es fácil; más bien es dolorosa, es agónica, aunque también, al realizarse en el poema, jubilosa, feliz.

           Cada poeta tiene sus particulares modos de resolverlo, así como cada idioma tiene sus modos particulares de entregarse. A ello hay que sumarle las mutaciones a que una lengua se ve sujeta por razón del espacio y del tiempo: los cambios que sobre cualquier lengua viva producen las transformaciones culturales, incluidas la extensión geográfica de la lengua en cuestión y los cambios históricos.

          El castellano ilustra como pocos esto último, por haber tenido ya una evolución de mil años y haberse extendido por una veintena de países que constituyen un verdadero mosaico de pueblos.

          Por su estructura, el castellano es bastante flexible y con natural disposición para el ritmo, un ritmo en el que uno puede adivinarle su parentesco con las lenguas clásicas.  Fonéticamente, es idioma sonoro, cadente, fácil al canto: sin oscuridades vocálicas, sin torpes trabazones consonánticas, enriquecido por el aporte de nuestros pueblos americanos. Sin discusión, un buen cómplice de la poesía.

          Merecidamente lo elogia Juana de Ibarbourou, y a él se acerca con devoción, por saber que este idioma, en el cual es concebida su palabra poética, le pertenece de manera cordial en la tradición que hereda y en las vivencias que goza o padece; y en el cual cree ver el poder del fuego, que esplende y abrasa, y la viveza del agua, que salta y consuela:                  

                           Lengua de toda mi raza,
Habla de plata y cristal,
Ardiente como una llama,
Viva cual un manantial.”

Vicente Echerri. Apología de la palabra. Logroño, abril de 2024. 
F.G. Cotidiano. Collage de objetos encontrados. 2023.

lunes, 22 de abril de 2024

Omotesando

F.G. Omotesando, en Tokio. 04.2024.
No todo en Japón son cerezos. 
También están las kobas, que se relacionan armoniosamente con la arquitectura rebajando sus ampulosas pretensiones y, de paso, regalándoles a los ciudadanos un poco de dinamismo y algo de misterio.

F.G. Omotesando, en Tokio. 04.2024.

F.G. Omotesando, en Tokio. 04.2024.


F.G. Omotesando, en Tokio. 04.2024.

F.G. Omotesando, en Tokio. 04.2024.

viernes, 19 de abril de 2024

Escrutinio

David Ostrowski. Pintura (fragmento) de la serie Parlamento. 2023.

"Lechuza de ojos glaucos,
aros de oro en su mirada fija.
¿Vio a Athenea?
En todo caso tuvo un día un pensamiento
de hombre,
y aún no ha salido de su asombro.
Se sostiene con aceites y vigilias en iglesias
cristianas, donde ha visto Anunciaciones,
Nacimientos, Flagelaciones, Cruces,
Salidas de la Tumba y Ángeles;
y, cuando todo esto ha caído y aun la iglesia
ha sido abandonada, el Ave de Athenea
sigue asombrada, pero no abandona.
Todavía espera."

José Jiménez Lozano. Asombro. Señores pájaros. Ed. Días contados. Barcelona, 2023.
David Ostrowski. Dos pinturas de la serie Parlamento. 2023.

jueves, 18 de abril de 2024

Recuperar la calma

F,G. Visitando a Le Corbusier en Tokio. 04.2024.
(...) "Después de vuelos de larga duración que impliquen grandes diferencias horarias, uno se siente con frecuencia terriblemente fatigado, sobre todo si se viaja en dirección este.
F.G. Frente a la Galería de los tesoros Horyuji, en Tokio. 04.2024.
Al volar nos desplazamos demasiado rápido; el alma se queda atrás en algún lugar y no se reúne con el cuerpo hasta pasados unos días. Ahora ya he superado esa fase, pues llevo más de una semana en Tokio, y, en compañía de mi alma, he vivido unos días muy locos." (...)

Cees Nooteboom. Círculos infinitos. Viajes a Japón. Siruela, 2023.
F.G. Junto al Museo de Arte Oriental, en Tokio. 04.2024.

miércoles, 17 de abril de 2024

Los desvelos

F.G. Insomnio en Tokio. I. 04.2024.
"Todo lo que crecía requería mucho tiempo para crecer. Y todo lo que desaparecía necesitaba mucho tiempo para ser olvidado."

Joseph Roth. (Citado por Juan Marsé en Caligrafía de los sueños).

F.G. Insomnio en Tokio. II. 04.2024.


martes, 16 de abril de 2024

Tres dibujos osakeños

F.G. Dibujo encontrado en Osaka. Pasaje Shinsaibashi. 04.2024.


F.G. Dibujo encontrado en Osaka. Pasaje Shinsaibashi. 04.2024.


F.G. Dibujo encontrado en Osaka. Pasaje Shinsaibashi. 04.2024.



lunes, 15 de abril de 2024

A veces, por ejemplo,...

F.G. En el jardín del castillo. Osaka. 04.2024.

“A veces, muy a menudo, habla consigo mismo. ¿Con quién si no? Lo veo desde aquí, veo que mueve los labios. Sus labios le hacen compañía. Pero es difícil sacar conclusiones. Sus gestos…, bueno, sus gestos son los habituales, como si estuviese hablando con alguien. Tiene que haber alguien más ahí. Pero es muy difícil saberlo. A veces.
A veces percibo que algo se cierne sobre mí. No sé muy bien qué es. A veces baja en picado como el viento. A veces es como las uñas o los dedos de los pies en el rompiente. A veces es un color. Recuerdo que a veces empezabas a contar historias completas. A veces párrafos. A veces frases con la expresión «A veces». ¿Recuerdas cómo lo hacías? A mí me parecía un buen modo de empezar. «A veces». En otras palabras, no siempre, sino a veces. A veces esto o lo otro. A veces pájaros. Por qué pájaros, podrías preguntar. ¿Por qué pájaros? A veces. ¿Por qué color? A veces. ¿Por qué… el viento? ¿Perros? A veces me parecía que tenía todo el sentido del mundo. Tenía todo el sentido del mundo.
F.G. En el jardín del castillo. Osaka. 04.2024.
O podías empezar una frase o un relato con «Por ejemplo». Por ejemplo, un roble solitario que crecía. Por ejemplo, se levanta viento. Caen las hojas. El perro resuella. Las moscas zumban. Las mariposas aparecen y desaparecen. Las hojas caen por ejemplo a veces, no siempre. Solo a veces. “ (…)

Sam Shepard. Espía de la primera persona. 
Traducción de Mauricio Bach. Anagrama. 2024.
F.G. En el jardín del castillo. Osaka. 04.2024.