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F.G. Azul y Negro. 2024. |
Esta tarde, a las siete y media, se abre al público en la Casa de la imagen, en Logroño, la exposición que titulo luz y sombras. Este es el texto con el que la presento en la sala:
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F.G. El lejano oriente. 2024.
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"El valor reconocido a las sombras dentro de las artes plásticas no ha dejado de crecer, porque se considera que son estas las que estructuran la imagen, las que le aportan textura y las que estabilizan o dinamizan el brillante papel de la luz, que se potencia solo gracias a ellas; la luz es protagonista porque se sostiene y enriquece con las sombras, definiendo su papel en un inagotable ejercicio de dialéctica plástica recíprocamente beneficioso para las antagónicas cómplices.
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F.G. De lo volátil. 2024.
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Las sombras delimitan espacios y formas, modulan y equilibran, generan volumen y relieve, otorgan corporeidad o levedad, filtran, matizan, diluyen o subrayan contornos, ligan o segregan los objetos que componen el conjunto de la obra.
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F.G. Panorama desde el valle. 2024.
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Las sombras ocupan el papel de lo oculto, de lo ausente; son un eco más o menos reconocible, una huella dinámica, y por eso fueron el “doble” que en las culturas antiguas representaban al alma y a los muertos, y todavía hoy evocan el recuerdo de lo perdido y protagonizan el inagotable mundo de lo siniestro y del misterio, de las fantasmagorías. Son lo desconocido, lo fugaz, lo que todavía no sabemos ver o interpretar y, en consecuencia, siempre nos inquietan, aunque, paradójicamente, suelen ser el complemento buscado para recrearnos en la melancolía deseada o en la relajada intimidad.
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F.G. Bosquecillo de la crestería. 2024.
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Ese ha sido el territorio (impreciso y cambiante) donde me he querido mover mientras preparaba estas obras. Ha sido un año de paseos por campos y bosques; de rastrear en vestigios y afloramientos, en reflejos, en improntas; de aprender haciendo con la generosidad de los que saben; de observar el dinamismo de las nubes y del agua, de escrutar lo fugaz entre las siluetas de las sierras que recortan el horizonte; de seguir indagando sobre la memoria (sobre mi propio imaginario y sobre otros por descubrir, quizá en esta ocasión mirando más de lo habitual hacia oriente) y partiendo, como siempre, de los objetos encontrados (rehaciendo lo a medio hacer, reparando lo fallido, actualizando lo obsoleto, relacionando lo improbable,…) Un quehacer vocacionalmente fragmentario, intuitivo, receptivo a lo contradictorio, apuntando en varias direcciones a la vez con la intención de hacer, siempre, como proponía Horacio, de la manera más sencilla y personal.
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F.G. El tríptico dorado. 2024.
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Ese mundo fascinante y esa actitud han sido mis guías mientras preparaba luz y sombras para la Casa de la Imagen. Este “jardín de sombras” que juntos abrimos en tan hermoso espacio, a la luz de la plaza y para el disfrute de los espectadores, aspira a ser acorde con la trayectoria de un proyecto tan admirable como ambicioso, que recupera (a menudo, literalmente, de entre las sombras), rehabilita, atesora y difunde un patrimonio cultural formado por buena parte de los materiales que testifican de qué han estado y siguen estando forjados los sueños y las aspiraciones de nuestros conciudadanos." |
F.G. La venus de la madera. 2024. |
Gracias por tanta belleza!
ResponderEliminarPor hacer visible lo invisible. S.