Paul Cezanne. Montaña de Sainte Victoire. 1890. |
Ahí radica la ayuda enorme que constituye la pieza artística para la vida de quien tiene que hacerla: en ser su síntesis, la cuenta del rosario donde su vida eleva una plegaria, la prueba reiterada para sí mismo de su propia veracidad; pero que sólo le habla a él, y hacia afuera queda anónima, sin nombre dado, como necesidad solamente, como vaga realidad o existencia’.
Rainer Maria Rilke. Cartas sobre Cézanne. Ed.Rialp, 2017.