Baqueteados, hundidos, desechados, batidos por las mareas, arrastrados, pulidos por la intemperie, mero resto, puro desperdicio, y aún así, o quizá por eso aunque no solo por eso, resultaban llamativos, singulares, hermosos, y acabaron siendo atractivos y deseables para quien los agrupó.
F.G. Ensamblaje de la línea naranja. 05.2021.
Ponerlos juntos y en pie les dio una rara prestancia, una imagen potente, un extraño perfil multiplicado, misterioso, sugerente, lleno de visibles heridas, de dinámicas sombras, con cosas por contar verdaderas y falsas.
F.G. Ensamblaje de la línea naranja. 05.2021.
Poderoso y frágil, ampuloso y paupérrimo, el ensamblaje es mera ruina, pero curtida y de pie.
Queda muy bien. El arte de saber ver con mirada limpia y sincera. Un abrazo.
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