Detalle del Polideportivo de la Alhóndiga de Getafe, de Miguel Fisac,
antes y después de ser customizado por Boamistura. Con dos cojones.
Incapaces de defender el patrimonio de su comunidad, que es lo que prometieron en su momento y para lo que se les eligió, las autoridades en todas partes se dedicaron a liquidarlo redecorándolo como si fuera otra banalidad más, otro espectáculo populachero de usar y tirar sujeto al imperio de la moda, de lo que brilla, de lo que mola.
El faro de Ajo hasta hace un par de meses.
El faro de Ajo después del desahogo ejecutado por Okuda con la complicidad de otros.
En este tipo de operaciones siempre confluyen un listo, un enterado, un paganini (casi siempre colectivo) y uno o varios tontos. Sobre la marcha se van cambiando los papeles y se reparten los beneficios y el marrón.
Como si no hubiese un mañana llevamos unos años en los que las paredes medianeras, las tapias de los pueblos, los silos, etc., todo aquello de lo que se ignora su significado, es objeto de la "atención artística" de nuestros responsables municipales jaleados por doquier. A este paso, dentro de poco, se nos habrá olvidado "El elogio de la medianeria" de Ignacio Paricio, y las fotos de silos de E. Mendelshon en su viaje a América serán el recuerdo de lo que hubo. Como en tantas situaciones en la vida, lo que está bien en unos casos y a una escala, se convierte en un adefesio de la mano de la ignorancia.
Imperdonable.
ResponderEliminarE impresentable. Una lástima.
EliminarEn este tipo de operaciones siempre confluyen un listo, un enterado, un paganini (casi siempre colectivo) y uno o varios tontos. Sobre la marcha se van cambiando los papeles y se reparten los beneficios y el marrón.
ResponderEliminarComo si no hubiese un mañana llevamos unos años en los que las paredes medianeras, las tapias de los pueblos, los silos, etc., todo aquello de lo que se ignora su significado, es objeto de la "atención artística" de nuestros responsables municipales jaleados por doquier. A este paso, dentro de poco, se nos habrá olvidado "El elogio de la medianeria" de Ignacio Paricio, y las fotos de silos de E. Mendelshon en su viaje a América serán el recuerdo de lo que hubo. Como en tantas situaciones en la vida, lo que está bien en unos casos y a una escala, se convierte en un adefesio de la mano de la ignorancia.
ResponderEliminarPintar de esa manera edificios tan especiales, tan singulares, es otra forma de demolerlos.
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