viernes, 7 de febrero de 2020

Escondidos tras las palabras

Weegee. Estos importantes hombres con zapatos de charol se esconden del fotógrafo con ayuda de su sombrero.1941.
Los profesores Gonzalo Abril, Mª José Sánchez Leyva y Rafael R. Tranche publicaron en el diario El País un artículo  (La ocupación del lenguaje) de permanente actualidad en el que afirmaban que la derecha, todas las derechas, disfruta del poder económico por naturaleza y considera el político de su exclusiva propiedad, y para consolidar ese estado de cosas combate por la hegemonía cultural desacreditando las opciones progresistas utilizando a menudo  su vocabulario y su discurso de manera alterada e invirtiendo su significado común.
Orlando Sierra. Un jefazo.
Ahí va un fragmento:

(...)"Klemperer narra que la población alemana no hizo suyo el lenguaje de los nazis a través de sus tediosas peroratas, sino por medio de expresiones repetidas de modo acrítico en los contextos de la vida cotidiana. Las palabras de los actuales líderes de la derecha no son menos letárgicas. Sus muletillas (“no se puede gastar lo que no se tiene”; la sanidad “gratuita” es insostenible; solo nosotros tenemos “sentido común”) contrarían cualquier prueba de verdad o validez normativa: el capitalismo financiero se basa en el crédito, o sea, en “gastar más de lo que se tiene”; la sanidad pública no es gratuita, sino financiada colectivamente; y es una inversión ideológica y un dislate suponer que cabe sentido común en el hecho de reclamarlo como propio y exclusivo, es decir, como no común. Pero por su simpleza, su fuerte arraigo en la doxa y su apariencia no ideológica, tales expresiones consiguen adhesión."(...)

El líder carismático repartiendo el argumentario del día a primera hora de la mañana.

Y de repente tenemos a los contrarios al contenido de la Constitución convertidos en "constitucionalistas" excluyentes, a los vendepatrias y los evasores monopolizando el patriotismo, y toda la peña reiterando todas las veces que haga falta consignas mentirosas hasta convertirlas en clichés indiscutibles y verdades que van a misa.
Qué cosas.

1 comentario:

  1. Hombre, claro. Nadie se atreve a decir: "Hemos venido a robaros. Lo que hemos hecho siempre, porque es lo que hemos aprendido en la casa de nuestros padres, generación tras generación" Tienen mucha cara pero no tanto cuajo.

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