Portada del disco Rain dogs, de Tom Waits. 1985.
Pareciera que Peter Corriston, el diseñador de la portada, hubiese elegido la fotografía de Anders Petersen por el notable parecido de su reconfortado protagonista con el -hasta entonces- salvaje Tom Waits, un auténtico "perro de la lluvia" perdido en medio de la tormenta de la vida, que cambiaría para siempre tras ser acogido entre sus brazos por la muy organizada Kathleen Brennan, a quien está dedicado el disco.
La imagen contiene una hermosa colección de música desgarrada y a la vez consoladora, que utiliza el sonido de la vida en las calles como sólida base sobre la que Tom Waits y sus excelentes colaboradores zurcen un colorista tapiz sirviéndose de un amplio surtido de inhabituales instrumentos acústicos y de una estrepitosa chamarilería. Hay más querencia por el cabaret, los folclores arcaicos y las lejanas vanguardias ruidistas que por el omnipresente rock & roll que seguía uniformándolo todo. Un auténtico perro verde.
Los "perros de la lluvia" son esos chuchos "que se ven perdidos por las calles cuando la lluvia ha cesado, una lluvia que ha lavado sus olores, por lo que no pueden encontrar su rastro ni su camino. Husmean, pero sin encontrarlo".
Esto dice la letra, entre otras cosas:
"Dentro de un reloj roto / salpicando vino / preferimos caminar / y amontonarnos en un portal / con los perros / porque yo también soy un perro de la lluvia./ Cómo bailábamos / y nos tragábamos la noche / porque estaba madura para soñar, / cómo bailábamos / como locos / lejos de las luces./ (...) Cómo bailábamos con la rosa de Irlanda / su largo pelo negro como un cuervo / cómo bailábamos, y tú me susurraste / que nunca volvería a casa."
Algo de lo más normal para quien sostiene que nació en un taxi.
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También tenía dificultades para volver a casa la protagonista de Like a rolling stone.
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