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F.G. Templo Tofuku-ji, en Kioto. 04.2024. |
"Cómo ha llegado uno hasta este día,nadie puede decirlo.
Y uno, menos que nadie.
No. No ha habido un camino solamente
desde el albor remoto.
Casi infinitos fueron,
y enmarañados entre sí, enredados,
en un indescifrable laberinto.
Vivir es laberinto. Esto se aprende.
Ni el más discreto supo
nunca la línea recta en su existir.
El avanzar fue ciega encrucijada,
un raro y sinuoso
no saber hasta cuándo o hacia dónde.
Y en esa indefensión, que es inocencia,
hallas dicha y quebrantos y aventura.
El llegar hasta aquí tuvo que ver
con algo semejante al azar puro,
o quizá a buena estrella
(una forma propicia y reiterada
del azar que a muy pocos corresponde).
Cuántos que iban conmigo
se quedaron atrás. Y se perdieron.
No he vuelto a verlos nunca.
Hubo eriales y abismos. También hubo
valles amenos: al cruzarlos vi
deslizarse despacio por la hierba
las sombras leves de las nubes blancas.
Anduve con tropiezos y caídas.
Pero aquí estoy. Ningún resentimiento
en mi equipaje pesa.
Con pasmo y gratitud toco el enigma
de esta vida que empuja tantas veces
con un viento contrario, y que aun así
resulta ser al cabo tan hermosa.
Todo es como en los sueños:
sin norma ni sentido.
Acepto, acojo.
Miro cuando amanece
la limpia luz que cae sobre las cosas.
Y en la noche cerrada, si hay silencio,
escucho el murmurar de las estrellas."
Eloy Sánchez Rosillo. Venir desde tan lejos. (Recogido en el libro del mismo título). Tusquets editores, 2025.
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F.G. Templo Tofuku-ji, en Kioto. 04.2024. |