F.G. El meandro de El Cortijo. 05.2020. |
viernes, 29 de mayo de 2020
El mapa y el territorio
jueves, 28 de mayo de 2020
El valor de las nubes
F.G. Nube de abril. 04.2020. |
"Los humanos parecen ser los únicos animales
que disfrutan de las nubes. Nunca vas a ver un gusanoextasiado por un atardecer, ni
a un weimaraner. Tal vez un chimpancé
puede encontrar placer estético
en esas rayas índigo carmesí:
míralo, está aplaudiendo y
saltando alrededor del promontorio
sobre el que siguen ondulando a la deriva
las nubes, majestuosas, extrañamente enormes,
de perfil, gratis, en verdad extrañamente enormes."
Ron Padgett. Una nube en pañales. (Recogido en Cómo ser perfecto. Versión de Patricio Grinberg y Aníbal Cristobo. kriller71 ediciones, 2018)
F.G. Nube de mayo. 05.2020. |
miércoles, 27 de mayo de 2020
El color de los campos
F.G. Campopartido. Collage de objetos encontrados. 05.2020. |
F.G. Camponocturno. Collage de objetos encontrados. 03.2020. |
F.G. Campoescolar.. Collage de objetos encontrados. 01.2020. |
Puedes ver otros "campos de color" pulsando aquí.
martes, 26 de mayo de 2020
Nuevas vidas
F.G. Lo que viene es lo que fue. Collage de palabras e imagen encontradas. 03.2020. |
F.G. Renacimiento. Collage de palabras e imagen (de la acción de Fina Miralles titulada Dona arbre) encontradas. 03.2020. |
F.G. El lugar adecuado. Collage de palabras e imagen (del documental sobre Jorge Herralde en Imprescindibles, de TVE) encontradas. 03.2020. |
lunes, 25 de mayo de 2020
La búsqueda
Ornamento de una ventana en Viniegra de Abajo. Fotografía de F.G. 05.2020. |
Julio Cortázar. Rayuela. 1963. Ed. Sudamericana. Buenos Aires.
Cierre de huerta en Viniegra de Abajo. Fotografía de F.G. 05.2020. |
viernes, 22 de mayo de 2020
Se hace lo que se puede
Dibujo en una pared de Viniegra de Abajo. Fotografía de F.G. 05.2020. |
Julian Barnes. Braque: el corazón de la pintura. (Recogido en Con los ojos bien abiertos. Ensayos sobre arte). Anagrama, 2018.
Signos en una pared de Viniegra de Abajo. Fotografía de F.G. 05.2020. |
jueves, 21 de mayo de 2020
Llevar la fama y cardar la lana
Batas blancas colgadas de una calle de París en señal de solidaridad con el personal sanitario. 05.2020. Reuters. |
Dibujo de Banksy en apoyo del personal sanitario. 05.2020. |
miércoles, 20 de mayo de 2020
A la distancia justa
Francesc Català-Roca. Puente de Triana. Sevilla, 1962. |
Francesc Català-Roca. Verbena en la Plaça del Diamant. Barcelona. 1955. |
Francesc Català-Roca. Campo de trigo.1953-54. |
martes, 19 de mayo de 2020
Todos calvos
lunes, 18 de mayo de 2020
Lo bien repartido
Luis Meléndez. Bodegón con ciruelas, brevas, pan, barrilete, jarra y otros recipientes. 1760-70. |
"Sabiduría del ciruelo. Como
si fielmente cumplieraun versículo del Deuteronomio,
de sus frutos dos tercios los conserva en las ramas:
uno para las aves del cielo, que no siembran
ni cosechan ni guardan en graneros: los mirlos,
que siempre llegan antes,
las hordas de estorninos, negras y cacofónicas,
que caen de golpe sobre el esplendor del árbol
como los forajidos
de Peckinpah, y los pájaros menudos
que misteriosamente
trasladan a su canto esa misma dulzura
verdidorada que pican en las ciruelas.
El otro tercio es para nosotros, los humanos.
Arrancar las ciruelas con saltos, varas, faldas,
banquetas inestables y risas, y guardarlas
en canastos o cajas con su piel empañada
y alguna hojilla díscola
es recoger ciruelas y además
es una fiesta de la vida. Y queda
para la tierra el otro tercio: esas
ciruelas que a los pies del árbol, magulladas,
van amarilleciendo, y se oscurecen, y
se descomponen para transformarse
en la fuerza que al cabo de un año llevará
a las antiguas ramas una nueva
generación, tres tercios de ciruelas."
Monte da Tomba, 26-VI-2014
Miguel D´Ors. Sabiduría del ciruelo. (Recogido en Manzanas robadas. Renacimiento, 2017.
viernes, 15 de mayo de 2020
El poeta Desiderio C. Morga se encuentra con la muerte
Roy Lichtenstein. Flores negras. 1961. |
por calles sin un alma y en silencio,
al llegar a la puerta de la iglesia
miro el tablón que anuncia los entierros.
Veo el panel, patético recuadro,
clavado en el cristal como un edicto,
difusa aún su leyenda y me pregunto
de quién será el adiós definitivo.
Leo la identidad del ausentado,
los años que tenía, los parientes
que le unían al mundo y me retiro
andando a la oficina lentamente.
Sólo acierto a pensar con desconsuelo
que todo llegará y también mi esquela
tendrá al cabo un lector que se dará
la vuelta a los asuntos que le apremian."
Desiderio C. Morga. Esquelas. (Inédito)
Desiderio C. Morga lee su poema Esquelas.
al llegar a la puerta de la iglesia
miro el tablón que anuncia los entierros.
Veo el panel, patético recuadro,
clavado en el cristal como un edicto,
difusa aún su leyenda y me pregunto
de quién será el adiós definitivo.
Leo la identidad del ausentado,
los años que tenía, los parientes
que le unían al mundo y me retiro
andando a la oficina lentamente.
Sólo acierto a pensar con desconsuelo
que todo llegará y también mi esquela
tendrá al cabo un lector que se dará
la vuelta a los asuntos que le apremian."
Desiderio C. Morga. Esquelas. (Inédito)
Desiderio C. Morga lee su poema Esquelas.
Mayo de 2020.
No es la primera vez que Desiderio C. Morga, delicado observador de todas las cosas que importan en su pequeña patria najerina, se da de bruces con la muerte y sus mensajes, con las campanas, con las esquelas o con cualquier otro de los abundantes signos que tradicionalmente la han acompañado. Pero todo pasa, y todo cambia, y los asuntos apremiantes de cada cual van desarraigando a las hondas razones del corazón. Ya nadie presta oídos al callado tañido de la campana, y la muerte, como la vida, ha llegado a valer bien poco, tan poco como cualquier otra anécdota banal de las que nos van saliendo al paso. Como mucho, un acto administrativo.
Este hermoso poema que la gentileza de su autor nos ha avanzado formará parte de un libro todavía en construcción. Por decirlo con palabras de Desiderio, los materiales ya están acopiados, y ahora el poeta se dedica a planificar la estructura, corregir diseños, restaurar paredes... Seguro que acabará edificando un cómodo cobijo donde encontrarse a gusto para siempre.
Joan Hernández Pijuan. Casa sobre negro. 1990.
|
F.G. Apulia. 05.2019. |
jueves, 14 de mayo de 2020
Quita y pon
F.G. Contractura de los espacios vacíos. Collage de imágenes encontradas. 05.2020. |
F.G. Contractura de la pared blanca. Collage de imágenes encontradas. 05.2020. |
F.G. Contractura de los cantos rodados. Collage de imágenes encontradas. 05.2020. |
F.G. Contractura del tiempo variable. Collage de imágenes encontradas. 05.2020. |
miércoles, 13 de mayo de 2020
Rumbo
martes, 12 de mayo de 2020
El descenso
F.G. Serie de escaladas y desescaladas confinadas. 04 y 05.2020. |
"El descenso nos llama
como nos llamaba el ascenso.La memoria es una especie
de consumación,
una suerte de renovación,
incluso
de inicio, pues los espacios que abre son lugares nuevos
habitados por hordas
de especies
hasta entonces impensadas;
y sus movimientos
se orientan hacia nuevos objetivos
(aun cuando antes hayan sido abandonados).
Ninguna derrota es enteramente una derrota, pues
el mundo que abre es siempre un sitio
hasta entonces
insospechado. Un
mundo perdido,
un mundo insospechado,
abre paso a nuevos lugares
y no hay blancura (perdida) tan blanca como el recuerdo
de la blancura .
Con el atardecer, el amor despierta
aunque sus sombras
-que dependen
de la luz del sol-
se adormecen y se apartan
del deseo .
el mundo que abre es siempre un sitio
hasta entonces
insospechado. Un
mundo perdido,
un mundo insospechado,
abre paso a nuevos lugares
y no hay blancura (perdida) tan blanca como el recuerdo
de la blancura .
Con el atardecer, el amor despierta
aunque sus sombras
-que dependen
de la luz del sol-
se adormecen y se apartan
del deseo .
Despierta así un amor
sin sombras
que ha de crecer
con la noche.
Surgido de la desesperación,
inconcluso,
el descenso
despierta a un nuevo mundo :
que es el reverso
de la desesperación.
Para lo que no podemos lograr, lo que
se niega al amor,
lo que perdimos por anticiparnos,
se abre un descenso
sin fin, e indestructible ."
William Carlos Williams. El descenso. (Recogido en La música del desierto.) Versión de Juan Antonio Montiel. Ed. Lumen.
sin sombras
que ha de crecer
con la noche.
Surgido de la desesperación,
inconcluso,
el descenso
despierta a un nuevo mundo :
que es el reverso
de la desesperación.
Para lo que no podemos lograr, lo que
se niega al amor,
lo que perdimos por anticiparnos,
se abre un descenso
sin fin, e indestructible ."
William Carlos Williams. El descenso. (Recogido en La música del desierto.) Versión de Juan Antonio Montiel. Ed. Lumen.
lunes, 11 de mayo de 2020
El escultor Félix J. Reyes saca a la luz sus nuevos dibujos
Félix J. Reyes. En el camino. 2017. 15,5 x 23 cm. |
Félix J. Reyes. Peregrinación. 2018. 23 x 15,5 cm. |
Félix J. Reyes. Hoja de cuaderno I. 2020. |
Félix J. Reyes. Ausencias I. 2016. 139 x 100 cm. |
Félix J. Reyes. Ausencias II. 2016. 139 x 100 cm. |
Sus dibujos recientes son un claro reflejo del fructífero trabajo de toda una vida esencialmente dedicada a la escultura. En estos se plasma su dominio del volumen, del espacio y la perspectiva. A través de ellos demuestra su control del equilibrio compositivo y la “profundidad de campo”, y su proverbial capacidad escenográfica, de “puesta en escena”.
Félix J. Reyes. En el camino. 2020. 25,7 x 19,7 cm. |
Y en el fondo de esos dibujos, como cabía esperar, orgullosamente agazapada, pervive la añoranza por la materia, por la madera, que se manifiesta en cuanto puede, aprovechando a favor del dibujo las cualidades brutas que aporta el soporte, el tablero, y sacando del nuevo recurso todo lo que pueda leerse como textura, como pátina, consiguiendo contrastes que aportan profundidad (en definitiva, volumen) y resultados muy táctiles, atractivos, sensuales, inquietantes.
Félix J. Reyes. Ausencias III. 2019. 110 x 75 cm. |
Estas obras me recuerdan (desde muy lejos, eso sí) a los desnudos surrealistas de Paul Delvaux, por lo que tienen de inquietantes, de oníricos, porque ocultan más que sugieren, y a los desnudos neoclásicos de Ingres, tan escultórico siempre, tan rotundo, tan equilibrado, cargado de tenso dinamismo; más evidente, por su relación con varias de sus mejores esculturas, especialmente las concebidas como murales, es la pervivencia de su gusto “esencialista” que enlaza con las corrientes arcaicas y primitivistas.
Félix J. Reyes. En el camino. 2019. 110 x 75 cm. |
Qué suerte, tener tantas opciones abiertas a estas alturas de una carrera artística.
Félix J. Reyes. La luz y las tinieblas. 2017. 25 x 20 cm. |
Las vueltas que de la vida.
Félix J. Reyes. Figuras femeninas. 2020. 21,5 x 38,5 cm. |