miércoles, 22 de noviembre de 2017

¿Abolimos la rumbita?


Arsenio Rodríguez. Mami me gustó.

Una de las muchas informaciones que llama la atención en la reedición de la extraordinaria obra de César Miguel Rondón "El libro de la salsa. Crónica de la música del Caribe urbano" es un prólogo escrito en 2004 por Leonardo Padura, en el que, con su criterio y buen oído de aficionado y usando la libertad como siempre ha hecho, arremete contra la política cultural del castrismo en Cuba, desgracia sectaria que considera independiente de los bloqueos comerciales o políticos posteriores a la revolución. Ahí va una perla esclarecedora:
"Férreamente politizada en la esfera cultural y social, la difusión de la actividad artística del continente y del mundo se vio tamizada durante esos años por intereses políticos más evidentes y exigentes, y sucedió que precisamente en la tierra que había dado origen al son, al danzón, a la rumba, al mambo y al chachachá, donde habían nacido tantos músicos que ni siquiera vale la pena ahora mencionarlos (¿una muestra?: Benny Moré, Arsenio Rodríguez, Ignacio Piñeiro, Miguel Matamoros, Dámaso Pérez Prado, Chano Pozo, Celia Cruz, Mario Bauzá, Orestes y Cachao López, Miguelito Valdés... y no sigo, no acabaría nunca), 
Éxitos de la vieja radio cubana.


se llenó de sonidos de quenas y tamboritos andinos en un intento oficializante de "latinoamericanizarnos"a marchas forzadas, mientras que en los cines se programaban hasta el cansancio películas soviéticas, rumanas y polacas, y a las librerías llegaban autores búlgaros y de otras geografías del realismo socialista de cuyos nombres no consigo siquiera acordarme. (...) Finalmente, todo el castillo de displicencia y desinformación se vino abajo (...) y empezamos a sospechar -todos: músicos, melómanos, o simples degustadores de música, como yo- que habíamos estado demasiado tiempo fuera de un potaje demasiado importante, un potaje que, por cierto, nos concernía más que el sonido de las quenas, los tamboritos andinos y las películas terminadas con la palabra koniec."

Miguelito Cuní y Félix Chapotín. Cucarachón.

Resulta que el chiste aquel sobre el comité central del partido comunista cubano en el que se sometió a votación la abolición de la rumbita se basaba en un hecho real. 
En una misión imposible. 
En una manía.
Barbara Kruger. Tus manías se convierten en ciencia. 1981.

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