miércoles, 21 de diciembre de 2016

Ángel Guache desenchufado

Ángel Guache fotografiado por Leo Cobo.
Hasta ahora Ángel Guache había pasado por miracomosuena  como irritante cantautor eléctrico de panfletos, blues, canciones libérrimas y alfabetos infantiles, y como escritor de coplas flamencas dignas de Pollito de California.
Hoy comparece, en su faceta más humana, como rapsoda de su propia obra lírica, épica y gaseosa.

Ángel Guache lee sus poemas en las Novenas Jornadas de Poesía en Español. 
Cultural Rioja. Logroño, 2007.
Al  santo Ángel no le duelen prendas ni le aprietan las costuras, y se muestra, como siempre, partidario de la gimnasia rítmica sincronizada y decidido practicante del intercambio de pareceres placenteros, aprovechando la ocasión para divulgar lo que ha observado en su propio cuerpo acerca de las grandes verdades de la física, sirviéndose de su inflamado verbo (hecho carne oblonga -al menos lo que dura dura- y enamorada).
Ángel Guache en las ondas, fotografiado por Juan Suárez.
Guache se toma tan en serio su obra poética que se ríe de sí mismo y de su circunstancia, y brinda al respetable público la oportunidad de hacer otro tanto. Así que date ese gusto o proporciónaselo a quien más quieras (o, mucho mejor, comparte el placer), y compra los libros de tan insigne y desprejuiciado vate (¿o bate?). 
Krazy Kat. Viñeta de George Herriman. Circa 1915.
Busca un poco y verás cómo los encuentras, sazonados además con el valor añadido de los placeres esquivos.

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