jueves, 12 de mayo de 2016

Hacer la goma


F.G. Unas cuantas fotos (entre muchas otras) cerca de la dehesa de Cirueña. 8.5.16.
Salir a caminar junto a alguien con una cámara fotográfica es casi siempre una mala decisión. No hay manera de mantener una conversación, ni el ritmo de la marcha, ni aprovechar el tiempo para tratar de llegar al destino a la hora prevista. 


El "fotógrafo" se distrae con lo más peregrino y se ensimisma mientras la compañía se aleja rumbo al horizonte (que también es muy fotogénico y, por lo tanto, motivo de justificado despiste añadido). 

Una vez que la goma se ha estirado hasta no dar más de sí, el acompañante se ve forzado a apaciguar el ritmo o se para y grita, y el descolgado echa a correr para reducir la distancia, pero, sobre la marcha y cuando casi había logrado conectar, se le presentan dos o tres instantes decisivos irrenunciables, y la demora aumenta irremediablemente hasta llegar al final con el control cerrado (y la pareja fuera de control). 

Los que hacen fotos con el móvil suelen ser menos "cansos", porque, por lo general, no tienen interés más que en sí mismos y en sus pegajosos acompañantes.   

6 comentarios:

  1. Una bonita vuelta.
    Distraerse es humano. Demasiado humano.

    ResponderEliminar
  2. ¡Me encanta la expresión "hacer la goma" porque implica que la sangre no llega al río. Finalmente los extremos se tocan. S

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, por lo menos en el avituallamiento tras llegar a la meta. Y ya se sabe: hablando, hablando,...

      Eliminar
  3. Todo es muy elástico.

    ResponderEliminar
  4. No pasa nada; si lo dejas seguir (al acompañante) siempre te alcanzará por detrás.

    ResponderEliminar