martes, 15 de marzo de 2016

Enmudece, escucha...


Ramón Gaya. Porcelana.

"(...) El silencio es una llamada, pero no una llamada personal -como decimos los cristianos que hemos sentido haber sido elegidos para una singular vocación-, sino una llamada puramente impersonal: el imperativo a entrar no se sabe donde, la invitación a despojarse de todo lo que no sea sustancial, en la creencia de que desnudos nos encontraremos mejor a nosotros mismos. Algo o alguien dice dentro del hombre: enmudece, escucha... Uno nunca puede estar seguro de haber oído realmente esa voz, pero si de hecho enmudece y escucha con regularidad es que probablemente la ha oído. De no ser así, no encontraríamos las fuerzas para enmudecer y escuchar."

Pablo d´Ors. Biografía del silencio. Siruela, 2012.
V.S. Jivaskyla. Finlandia. 07.2013.

2 comentarios:

  1. Muy interesante tu entrada, amigo.
    El concepto de silencio en mí se disgrega al menos por 4 vías. Efectivamente, una llamada, no volitiva pero sí vital. Algo nos llama a silencio, no hay razón, es psicológico a la vez que fisiológico. Otra inducida, el silencio por estupefacción ante algo incomprensible por falso, brutal o inhumano, p.ej. la imagen de los refugiados. Este silencio puede romper en rabia y sublevación. Otra voluntaria, necesitamos, buscamos el silencio voluntariamente, soledad, tan necesario como el sonido humano o natural. La otra, muy particular en mí, el silencio musical absolutamente técnico y voluntario en quien compone y absolutamente imprescindible para el que escucha. Y hay, claro, en general, el silencio educado para escuchar a quien te habla y el obligado para escuchar hasta el ruido. De cualquier manera dos dimensiones en el tiempo opuestas y encadenadas eternamente, el silencio y la escucha, como bien se cita, enmudecer y escuchar. Esto es lo que se me ocurre en una burda reflexión apresurada y que probablemente cualquier mente un poco más dotada que la mía podrá demoler en lógico razonamiento. Pero me consuela que yo tengo bastante o muy buena costumbre de practicar el silencio y la escucha, que no es poco. El quiz es encontrar el equilibrio sano, tanto para la mente como para el cuerpo.
    Espero no seas, amigo Francisco, excesivamente duro en tu juicio a lo que digo, siempre me has parecido tolerante, ponderado y mesurado. Un abrazo.

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    1. Yo, querido Luis, solo acierto cuando enmudezco y escucho.
      Gracias, Luis, por acudir a este mirador. Vuelve cuando quieras, porque estás en tu casa.
      El libro de Pablo d´Ors del que proviene la cita seguro que te interesa. Cuentan los vaticanólogos (hay gente para todo) que es el "prescriptor cultural" del Papa Francisco, que también en esto acierta.
      Un abrazo.

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