lunes, 25 de enero de 2016

Rosa Castellot, desde la orilla

Rosa Castellot. Jardín.2015.
En una nueva muestra de su lograda ambición creadora, Rosa Castellot expone en Zaragoza, en el Palacio de Montemuzo, una amplia serie de sus dibujos más recientes agrupados bajo el misterioso título de Las orillas. Abundan las riberas como en citas anteriores, pero el inventario geográfico y vegetal se diversifica más que nunca y también aparecen lugares tan singulares como los galachos aragoneses, los bosques de la Hez, los amplios panoramas de la vaguada de Santa Lucía o las sierras de la Demanda, algunos constitutivos de su entorno vital y otros encontrados en visitas en las que se celebraba la amistad.
Rosa Castellot. El Ebro. Pastriz, Final de verano de 2015.

La colección puede considerarse una recopilación de momentos felices, de descubrimientos personales de la belleza efímera captada por su experta mirada de artista, dotada de esa rara cualidad que permite a sus privilegiados poseedores  observar, extraer y representar, elaborando un registro de breves iluminaciones, de deslumbrantes manifestaciones de la fugaz hermosura. 
Rosa Castellot. Claroscuro en la Soledad. Canales de la Sierra. 2015.

Esa capacidad de “cazar” oportunidades únicas e irrepetibles, propiciadoras de recuerdo y emoción futura y generadoras de efectos salutíferos, afectivos y conmovedores, es una cualidad intrínseca y permanente del arte, y Rosa Castellot la cultiva con prodigalidad y maestría de manera natural.  
Es admirable su capacidad para recrear la vibración cambiante de la nieve, el leve movimiento del agua, el apenas perceptible cambio de la luz,  captado para siempre y puesto a nuestro alcance como inagotable generador de emoción y gozo estético.
Rosa Castellot. La vaguada de noche. 2015.
En esta exposición ha abordado nuevos retos con resultados óptimos: se ha convertido a ratos en “plenairista”, dotando a sus dibujos de la soltura y espontaneidad del apunte condicionado por las urgencias azarosas del cambio atmosférico, y ha extendido la presencia del color, que aporta a sus dibujos una nueva sensualidad, al reflejar los aromas, sabores y temperaturas que conllevan las cálidas tonalidades y los cambios estacionales.
Rosa Castellot. Otoño. 2015.  
Esta cita es un nuevo hito en la brillante trayectoria que Rosa Castellot emprendió en 2004 con tanta firmeza como discreción, de manera silenciosa pero con el ambicioso propósito de extraer del dibujo todas sus posibilidades para reflejar y hacer perdurable su mundo de afectos e intereses estéticos. Con su delicada sensibilidad y su consumada riqueza técnica nos regala a los espectadores, una vez más, algo parecido a la melancólica contemplación de la vida que va pasando, atrapada sosegadamente desde la orilla.
Rosa Castellot. El Ebro. Aradón, Invierno de 2014.



Rosa Castellot
Las orillas
Palacio de Montemuzo. Zaragoza
Hasta el 13 de marzo de 2016








3 comentarios:

  1. Querido Pachi ¡¡una preciosidad!! Yo no soy consciente de lo que los que veis mi obra percibís, pero si es todo eso que tú escribes, no tengo duda de que merecerá la pena seguir dibujando toda mi vida. ¡¡Muchísimas gracias!!

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    1. Merece la pena, y mucho, así que no cejes y sigue dibujando y arriesgando.

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    2. Gracias Pachi, ya estoy pensando qué voy a hacer a continuación.

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