miércoles, 13 de mayo de 2015

Breviario de geografía humana

Max Pam. Ramadán en Yemen. 1993.
Todo empezó por el amor a la fotografía. El francés Bernard Plossu vio en una revista norteamericana unas fotos del australiano Max Pam e inmediatamente le escribió para decirle cuánto le habían gustado y cómo se parecían a su propio trabajo, y para confesarle  que le gustaría comprar (o, preferiblemente, intercambiar) una de esas fotos porque necesitaba colgarla en las paredes de su casa.
Max Pam. India. 1973. Bernard Plossu. Marruecos. 1975.


La respuesta estableció un vínculo que dura ya más de cuarenta años y que se ha ido avivando a través del intercambio epistolar de postales y noticias de viajes, de fotografías y conversaciones, de opiniones y descubrimientos sobre un amplio abanico de asuntos procedentes de los dos hemisferios y referidos a cualquier aspecto de la vida material o espiritual de los humanos.
Bernard Plossu. Nuevo México. 1982. Max Pam. Western Australia. 1990.

Como una especie de confirmación de la vieja amistad basada en la sintonía de intereses (aunque con planteamientos estéticos e intenciones a menudo diferentes) surgieron la exposición que ahora podemos disfrutar en la Casa de la imagen, de Logroño, y el libro Pam/Plossu, editado bajo el atento cuidado de Eduardo Momeñe, que certifica esa perdurable relación. En una y en otro las imágenes se presentan emparejadas -más complementarias que enfrentadas-, reconociendo la admiración e influencia recíproca que ha devenido en fructífera amistad.
Bernard Plossu. México. 1965. Max Pam. Jaipur. India. 1977.

No coinciden los formatos ni las técnicas, pero el conjunto está guiado por una misma actitud, por la aceptación del papel motriz del viaje -físico o mental, material o interior-  en sus biografías creativas, y su concepción del papel de la fotografía como instrumento de indagación y conocimiento, con una mirada abierta, una visión impresionista, más proclive a la sugerencia que a la imposición, dejando siempre un amplio espacio a la aportación necesariamente activa del espectador.

Bernard Plossu. Almeria.

Una pretensión lograda a través de fotografías que aspiran, sobre todo, a la evocación sugerente; que se presentan más como sensación que como realidad; que optan por ser vibrante reflejo antes que documento. 

2 comentarios:

  1. Ojala que en la vida también triunfara lo complementario de las ideas y de las sensaciones para acabar con la confrontación de las realidades...

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    1. Gracias por venir, Carmen. Estás en tu casa.
      Cuídate mucho y vuelve pronto.
      Salud.
      Y justicia.

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