miércoles, 4 de marzo de 2015

Todo era para siempre hasta que dejó de serlo

Instalación de Konrad Smolenski. Everything Was Forever, Until It Was No More. Venecia, 2003.

El artista Konrad Smolenski preparó para el pabellón polaco en la Bienal de Venecia de 2013 una instalación escultórica que reproduce, con intervalos regulares, un fragmento musical escrito para campanas de bronce, altavoces de amplio alcance y diversos objetos resonantes
Konrad Smolenski.  Fragmento de Everything Was Forever, Until It Was No More. 2013.
Al comienzo de cada hora suenan las campanas durante cinco minutos, a los que siguen otros diez de retroalimentación y reverberación del sonido inicial. Su objetivo final es crear una onda sónica que todo lo abarque, una tensión y una dinámica que absorbe al espectador sin dejarle escapar emocionalmente, consiguiendo que pase a formar parte del proceso.  
Ondas de sonido producidas por la obra de Konrad Smolenski. Everything Was Forever, Until It Was No More.
Inesperadamente, en algún momento de ese proceso cada vez más confuso los sonidos reverberantes empiezan a recuperar la sonoridad de la fuente original.
Smolenski es un miembro activo de la escena del arte visual y de la música independiente, donde combina la estética del punk y el rock con la precisión minimalista. A través del uso de un efecto de sonido muy frecuente en la música popular electrificada (el "delay", que consiste en la multiplicación y "retraso" modulado de una señal sonora, que una vez procesada se mezcla y acumula a la original para lograr el clásico efecto de eco sonoro), el artista ofrece su visión personal de un mundo en el que la historia ha llegado a un punto muerto, y el paso del tiempo es percibido como una ilusión. 
Proceso de fundición de las campanas.
Nunca sabemos el uso que podremos acabar dando al bagaje más o menos caprichoso que vamos acumulando en nuestro paso por este valle de lágrimas. El caso es no dejar nunca de aprender. Quizá algún día nos servirá lo aprendido para crear una admirable escultura sonora, o para ponerle un precioso título.
Konrad Smolenski.  Fragmento de Everything Was Forever, Until It Was No More. 2013.

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