lunes, 1 de diciembre de 2014

Hablar y escuchar en los aforismos de Kahlil Gibran

James Whistler. Armonía en azul y plata: Trouville, 1865.
El   poeta y filósofo libanés Gibran Kahlil Gibran tuvo siempre un especial interés por que sus libros cupieran en un bolsillo y estuvieran formados por sentencias breves que sintetizaran su pensamiento y sensibilidad poética. Recientemente se ha publicado en castellano Aforismos (traducido por Pedro Pérez Prieto para Renacimiento), una selección que, en sus palabras, trata de ser "el puñado de arena y el de espuma que hay en el corazón de cada persona". Su precisión es asombrosa, y su actualidad plena
Poesía de alto voltaje para los que dicen que no entienden de poesía.

Atín Aya. Almuerzo de jornaleros. 2005.
"Qué estrecha es la visión del que exalta la laboriosidad de la hormiga por encima del canto de la cigarra".


Don McCullin. Manifestante contra la crisis de los misiles cubanos. Londres, 1962.
"Verdaderamente hablamos solo para nosotros mismos, pero a veces hablamos lo suficientemente alto para que otros lo oigan".


Francisco de Goya. Bravísimo. Capricho 38. 1797.
"Algunos oyen con los oídos, otros con el estómago, algunos con los bolsillos, y otros no oyen en absoluto".


Sally Gall. Nadadora.
"La canción del mar, ¿termina en la costa o en los corazones de aquellos que la escuchan?"


Gerhard Richter. Erupción de un geiser.
"¿Cómo podemos oír la canción del campo mientras nuestros oídos tienen que tragarse el clamor de la ciudad?"



Gustave Courbet. Le bord de mer à Palavas.1854.
"Una vez hablé del mar a un arroyo, y el arroyo pensó que yo no era más que un imaginativo exagerador; y una vez hablé de un arroyo al mar, y el mar pensó que yo no era más que un difamador despectivo".


4 comentarios:

  1. "Qué estrecha es la visión del que exalta la laboriosidad de la hormiga por encima del canto de la cigarra"... ya lo decía Fernando León de Aranoa en "Los Lunes al Sol", cuando en boca de Javier Bardem reinterpreta la dichosa fábula:

    "LA CIGARRA Y LA HORMIGA"

    Érase una vez un país en el que vivían una cigarra y una hormiga.
    La hormiga era hacendosa y trabajadora y la cigarra NO.
    le gustaba cantar y dormir,
    mientras la hormiga hacía sus labores.
    Pasó el tiempo.
    La hormiga trabajó y trabajó todo el verano,
    ahorró cuanto pudo y cuando llegó el invierno
    la cigarra se moría de hambre y de frío,
    mientras la hormiga tenía de todo...

    ¡Que hija de puta la hormiga!

    La cigarra llamó a la puerta de la hormiga,
    que le dijo: "Cigarrita, cigarrita, si hubieras trabajado como yo,
    ahora no pasarías hambre y frío.
    ¡Y no le abrió la puerta!

    ¿Quién ha escrito esto? porque esto no es así..., esto no es así.
    La hormiga esta es una hija de la gran puta y una especuladora,
    y además, aquí lo que no dice es ¿por qué unos nacen cigarra y otros hormiga?,
    porque si naces cigarra estás jodido,
    y eso aquí no lo pone...¡eh!, eso aquí no lo pone.

    FIN


    Una práctica común de algunos "gorriernos" cuando han de repensar eso de la Cultura.
    H

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    1. Nos han contado siempre muchos cuentos, pero nunca tan tramposos como ahora.
      Sigamos cantando, aunque sea una taranta.
      Gracias por venir.
      Vuelve pronto.

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  2. Hermosamente cierto!!!!

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  3. Este post me recuerda a la función que vimos anoche. Gran acierto para finalizar, el festival de teatro, el mes de noviembre y la semana!!! Comienza la reflexión invernal.
    Un abrazo
    TeresaRoMig

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