lunes, 25 de agosto de 2014

Logroñizaje

Foto Sinsal. El Apolo de Logroño. Sine die.
Para no tener GPS, estuvo fino el conductor de la nave: un poco más y la coloca en mitad de los muelles de la estación de autobuses, entre La Estellesa y El Rápido de Murillo. 
Es una pena que no quede registro sonoro del crash ni de la narración que hiciera El Canario acerca de tan chocante suceso, tan bien ubicado como estaba en su privilegiado observatorio de cristal y mampostería frente a la alhóndiga del pescado.  
Roy Lichtenstein. Varoom! 1963.

Nos queda, como colorista compensación, la transcripción fonética que hiciera Roy Lichtenstein, que acababa de llegar al lugar de los hechos en un omnibús de La Unión Alavesa. 
El impagable documento gráfico del maestro Sinsal -con su ojo sin igual- y la onomatopeya del popular americano nos confirman, una vez más, lo que sabemos desde siempre: "Hay que estar ahí".

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