viernes, 4 de abril de 2014

Fotomatón

 Chris Sollars. Autorretrato: Hombre, Mujer, Niño. 2011.

El    fotomatón es (¿o habría que decir era?) una cabina automática que se instala en las calles provista de tecnología fotográfica para que los transeúntes se hagan sus instantáneas de urgencia, a fin de resolver un trámite administrativo o para congelar un momento de dicha y desparrame.
Richard Avedon. Igor Stravinski. 1969.
Su estética primaria ha "contaminado" a menudo a los artistas, que han visto en su repentismo un lenguaje óptimo para reflejar espontaneidad y frescura.
Harold Feinstein. G.I. en un fotomatón. Kilmer. 1951.
Es  ideal para el autorretrato, y para hacer el tonto y sacar al "otro" (o a los otros) que llevamos dentro. Por eso gustó tanto a los surrealistas, tan partidarios de todos los juguetes,
Man Ray por Man Ray.


y  fue una máquina tan ligada a la cultura pop como las tragaperras, las guitarras eléctricas y las sinfonolas. Sus frutos banales se convirtieron, a veces, en imágenes imperecederas, como esta, tomada poco antes del "día que la música murió"
Waylon Jennings y Buddy Holly en 1959.
Su  lenguaje simple, entre ficha policial y esquemático retrato robot, sirvió también a los artistas preocupados por el paso del tiempo y por documentar los estragos que ocasiona.
Roman Opalka. 1965-2008.

En  fin: todo un invento fructífero, pero que está a punto de desaparecer arrollado por móviles y "selfies".
Fundación Rara Avis. Conversaciones postales. Photomaton. Collage.

Aunque cualquier día vuelve, con carácter de acontecimiento, para protagonizar La venganza de Fotomatón. 
Y si no, al tiempo.

Caja mágica a partir de una foto de Harold Feinstein.

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