lunes, 18 de noviembre de 2013

El vibrante sonido de un dibujo

José Carlos Balanza. 437.177 centímetros lineales de dibujo entre 3 troncos de chopo de 180 centímetros de altura. Largura total 12.800 centímetros. Foto del autor.
El escultor José Carlos Balanza se convirtió en luthier el pasado verano para afrontar su presencia en los campos de Santa Lucía de Ocón dentro de la décima edición de Arte en la tierra.
El clavijero. F.G. 08.2013.
Creó un singular instrumento efímero sin más cuerpo que sus vibrantes cuerdas de paja de trigo (troceada y enhebrada en cuatro kilómetros de hilo de nailon), sin otra caja de resonancia que el espacio circundante, sin mástil ni diapasón. Todo se sostenía en tres troncos de chopo que cumplían la función aproximada de ceja, puente y cordal en otros instrumentos de lejano parecido familiar.
José Carlos Balanza. Instalación en Aguamanar (Santa Lucía de Ocón). 08.2013. Foto del autor.
Tanta simplicidad estructural se compensaba con la polivalencia funcional  del objeto, que servía a la vez como tenso instrumento de viento (cuando lo había), de percusión delicada y vibrante (en los momentos de calma agosteña) o de provocadora incitación para pulsar o frotar la cuerda.
Con la contemplación admirada del abundante público se cerraba el ideal círculo virtuoso de toda creación artística: la obra se podía dar por acabada y cobraba todo su sentido. Pero en esta singular ocasión (y rizando el rizo) el espectador tenía además la infrecuente oportunidad de hacerla vibrar y sacar sonido de ella, poniendo en evidencia el "ruido secreto" que muchos objetos inanimados contienen.


Sonido producido y grabado por J.C. Balanza,
 y editado por Javi Cenzano. 08.2013.


El cordal.  F.G. 08.2013.
El trabajo del escultor, su "dibujo" tridimensional, alcanzaba así, a partir de humildes materiales agrícolas trabajados en colaboración con la comunidad local y en un lugar llamado Aguamanar (tan bello y tan lleno de resonancias lorquianas), una dimensión misteriosa, inquietante, de las que acompañan al privilegiado visitante durante mucho tiempo, al margen del azaroso final que la intemperie deparara a tan rara cítara. 
El puente.  F.G. 08.2013.

Otro placer perdurable para la suculenta colección que Félix J. Reyes y Rosa Castellot nos han ido sirviendo en bandeja a lo largo de los años con la desprendida generosidad de los maestros.

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