miércoles, 11 de septiembre de 2013

Desde el interior de la cascada


Lois Patiño. Na vibración de auga. Fotograma. 2012.

Lois Patiño es un realizador audiovisual con una brillante (y premiada) trayectoria de contenido muy variado:  desde la antropología a la creación abstracta, pasando por el retrato de la naturaleza y la influencia de ésta en las personas que la habitan.
Viene hoy a miracomosuena por su cortometraje Na vibración da auga (2012), 





inquietante maravilla de belleza hipnótica, con una producción impecable en la que destaca el inusual tratamiento del sonido, que adquiere la condición de protagonista absoluto. Es muy difícil grabar y reproducir el ruido del agua en movimiento, porque el resultado tiende a empastarse y en el proceso desaparecen los delicados matices que el oído percibe, quedando solo el turbio volumen masivo. Patiño consigue convertir ese espectacular fenómeno en una sutil suite llena de tonalidades y variedad. Un hermoso concierto, tan intenso como evanescente.
El agua en movimiento siempre ha fascinado al hombre, y de una manera especial cuando se precipita desde lo alto, cuando se convierte en el brillante y estruendoso reflejo de los misterios de la naturaleza. 
El recurso de ubicar  pequeñas figuras humanas en movimiento realizando labores más o menos anecdóticas en el centro de la imponente situación filmada (un rasgo estilístico muy habitual en la obra de Patiño) nos da la dimensión del espectáculo, de su extraordinaria importancia. 
Todo está depurado hasta el máximo. No hay información ninguna, ni localización, no hay palabras ni textos. Solo el asombroso milagro. Es irrelevante dónde y cuando se produce, pero ahí está la prueba de que el milagro se produce.
Lois Patiño. Na vibración de auga. Fotograma. 2012.
Viendo tan sensacional documento me acordé de otro tipo de imágenes. 
La primera sería la cascada que a veces aparece en las películas del oeste, que oculta y da paso a un reducto distinto, desconocido salvo para un reducido grupo de elegidos, seguro, alejado de las normas y los peligros del fragoroso mundo. Su ejemplo más destacado sería el filmado por Nicholas Ray en Johnny Guitar, donde la cascada se concibe como camino iniciático para unos y como bautismo purificador para otros.
Nicholas Ray. Johnny Guitar. Sterling Hayden, Joan Crawford y la cascada. 1954.

Otra tendría que ver con la presencia habitual del agua en las videoinstalaciones de Bill Viola, una metáfora a través de la que representar un mundo de belleza lleno de paz, a la vez barrera y reflejo, un espacio de seguridad en el que es posible permanecer en suspensión, libre de asechanzas.
Bill Viola. The crossing. 1996.


Después de ver y sentir, guiados por Lois Patiño,  la vibración del agua y los misterios que oculta nos es más fácil pensar que atravesar el espejo está a nuestro alcance, que podemos ir más allá del arco iris.
Lois Patiño. Costa da Morte. Fotograma. 2013.


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